Valdesoto, M. N. M.

Los vecinos de Traspando fueron el último colectivo que se sumó a las protestas por el paso de la línea, después de que conocieran que la variante Norte, la misma que cruza Valdesoto, sería la aceptada definitivamente.

Esta oposición hizo que el Ayuntamiento se comprometiera a pedir el soterramiento de la línea en uno de los tramos.

Los representantes de L'Arquera aseguraron que por mucho que se quiera contentar tanto a los vecinos de Valdesoto como a los de Traspando, «no cabe la más mínima duda de que tanto Red Eléctrica Española como los ministerios de Industria y Medio Ambiente rechazan absolutamente tal posibilidad».

Estos dos últimos ministerios recogen dicho rechazo en su resolución conjunta sobre la memoria ambiental de la planificación de los sectores de electricidad y gas.

Para constatar definitivamente esta posición del Estado, los vecinos requieren que el alcalde, Juan José Corrales, «solicite a REE, oficialmente y por escrito, el soterramiento parcial de la variante de Siero».

Por otra parte, los vecinos de Valdesoto consideran un error el hecho de haber planteado la realización del estudio ambiental conforme a cuatro variantes ya establecidas, de la que resultó que la que en teoría menos lesiva para los vecinos era la de Valdesoto.

Según explicaron, el estudio de impacto ambiental se podía haber aplicado sin ninguna variante predefinida, de tal forma que la empresa podía elegir el trazado más adecuado, que podría no perjudicar a ningún vecino.

Tal como están ahora las cosas, todo indica que, tras el rechazo inicial de los vecinos de Carbayín, por donde pasaba el trazado original, los dos nuevos frentes que se han abierto con la elección de la variante Norte, Traspando y Valdesoto, encontrarán motivos suficientes para seguir movilizándose para evitar el paso de la línea de alta tensión.