Pola de Siero,

Manuel NOVAL MORO

El Consejo Escolar de Siero aprobó a mediados del pasado mes de febrero el nuevo Programa Municipal de Absentismo Escolar, que ya ha comenzado a dar sus frutos.

Según explicó la concejala de Bienestar Social, Yoya Álvarez, en base al programa se han realizado ya varias actuaciones, siempre en coordinación con el técnico de servicios a la comunidad del centro educativo correspondiente en cada ocasión.

En primer lugar, fueron citados en el centro municipal de Servicios Sociales los padres o tutores de dos menores absentistas para ser informados sobre la importancia y la obligatoriedad de la enseñanza y las disposiciones legales vigentes, así como de los mecanismos de control y apoyo de los que se vale el municipio para luchar contra esta actitud.

Por otra parte, se dieron cuatro casos de menores absentistas reincidentes, tres de ellos de Educación Primaria y uno de Educación Secundaria, que hicieron necesaria una notificación de la Policía Local en el domicilio a los padres o tutores en la que se resaltaba la responsabilidad penal en la que podrían incurrir si persistiese la situación. Se les advirtió de que todo se pondría, llegado el caso, en conocimiento del Ministerio Fiscal.

En estos cuatro casos, la actuación tuvo resultados positivos, ya que todos los menores acuden regularmente al centro educativo desde la fecha de la notificación, según informó el propio centro.

El programa cuenta con una especial implicación de la Policía Local. Las intervenciones en el programa pueden derivarse de que el menor absentista sea localizado en la calle por la Policía Local, bien por observación directa o por una llamada de atención del centro educativo. Llegado el caso, la Policía acude al domicilio a comprobar si el menor está en su casa, y el último paso es, en caso de reincidencia, notificar a los padres su responsabilidad penal, como en el caso de los cuatro menores mencionados.

El procedimiento implica desde un primer momento a los padres. Si éstos, una vez informados, no actúan en consecuencia y permiten la reincidencia del menor, podría incluso llegarse al extremo de trasladar al alumno a un centro de primera acogida. La evolución de cada caso se valora mediante el parte de seguimiento de las faltas facilitado por el propio centro escolar.