Pola de Siero, M. N. M.

Coincidiendo con la ausencia del alcalde, Juan José Corrales, que durará hasta el día 20 de este mes, el equipo de gobierno de Siero decidió ayer dejar de solicitar los antidisturbios de la Policía Nacional durante las manifestaciones de los trabajadores municipales. La protesta se celebró sin la presencia de los mencionados efectivos policiales. Era, según el concejal de Hacienda y Recursos Humanos y alcalde en funciones, Ángel García, «Cepi», «un gesto de buena voluntad».

Sin embargo, el resultado fue que mientras Cepi y el concejal Herminio Llamedo se encontraban en el despacho de la Alcaldía atendiendo a unos vecinos, un grupo de funcionarios entró en la Casa Consistorial dando voces y pitadas, golpeó la puerta del despacho e introdujo papeles por debajo de la puerta. Incluso se tiraron bombas fétidas. El concejal considera «desproporcionada» esta forma de protestar.

Entre tanto, el conflicto laboral sigue sin resolverse. Los trabajadores insisten en que Corrales amenazó a los empleados de parques y jardines con reducir sus complementos de productividad, mientras que el Alcalde señalaba que sólo les advertía de que cumplieran con su trabajo. Teniendo en cuenta que hasta que no se retire la amenaza los sindicatos no se sentarán a negociar y que el Alcalde ni siquiera está, todo indica que el problema se estancará.