Tranquilos, que viene el lobo. En su esfuerzo por dejarse ver, Belmonte ha dado la vuelta al modelo del oso en los valles del Trubia y tiene en marcha un cercado para enseñar al visitante cómo vive el lobo ibérico en semilibertad. La manada ocupará un espacio de unos 10.000 metros cuadrados a un kilómetro de la villa, en una zona próxima a la muy significativamente denominada «La Fuente del Oso», y una senda orillará el Pigüeña por «la ruta de La Castañal» para conectar el «Parque del lobo» con la capital del concejo. Según el diseño inicial, el cercado habilitará dos observatorios y las «Paca» y «Tola» de Belmonte serán ocho ejemplares de lobo ibérico. El alcalde, Roberto Pérez, confía en que el proyecto «vea la luz a lo largo de la próxima primavera» y en que «antes de que yo me marche, en febrero», también esté finalizado su complemento, el centro de interpretación que se instalará en las antiguas escuelas de la villa, en mitad de la travesía urbana de Belmonte, cuando concluyan las obras de rehabilitación. Con la idea en sus primeros pasos, objeto de una inversión prevista de 1,3 millones de euros, queda la adjudicación de la gestión y el Ayuntamiento toma nota del interés que ya ha manifestado la Fundación Félix Rodríguez de la Fuente.

El lobo quedará de este modo envuelto en un «paquete turístico» cultural del que también forman parte otras iniciativas. Entre ellas figura, sobre todo, la pretensión de rejuvenecer el aula didáctica del oro, ahora cerrada, para que pase de los paneles de cartón y las maquetas recicladas a un planteamiento más sofisticado y actualizado para ilustrar la evolución de las explotaciones auríferas en el concejo desde el Neolítico. Ahí podría entrar también la fragua romana -o medieval- de El Machuco, en Alvariza, parroquia de Belmonte, que se ve en la villa como otro de los «recursos a potenciar». La localidad y el municipio buscan su lugar en el mapa a la vista del incremento de visitas que María del Carmen Tuñón percibe en la Oficina de Turismo. «Tenemos más ahora», afirma, a pesar de la crisis. «Será que los turistas deciden quedarse a recorrer España, pero el pasado agosto fue el mes con mayor incremento». «Es verdad que las visitas ahora son más cortas, de una semana o de tres o cuatro días, y a veces de gente que piensa que puede recorrer toda Asturias en un día. Como lo ven tan pequeño en el mapa...». Y Belmonte presume de bien comunicado con prácticamente toda la región, pero no tanto.