Oviedo

Eugenio de Rioja (Casalarreina, La Rioja, 1922), llegó a Asturias en 1945 para incorporarse como redactor a LA NUEVA ESPAÑA. Previamente había estudiado en la Escuela Oficial de Periodismo de Madrid y había hecho prácticas y trabajado en los periódicos «Hierro», de Bilbao, y «Proa», de León. Sus apellidos de nacimiento eran Martínez Pérez, pero «cuando llegué aquí todo el mundo me llamaba Rioja y perdí la identidad del Martínez Pérez». Eugenio de Rioja será desde entonces su nombre de batalla. Su trabajo en LA NUEVA ESPAÑA lo compatibiliza en esos primeros años con la carrera de Derecho, o con la dirección de un semanario en Langreo: «Filón».

Al incorporarse Juan Ramón Pérez las Clotas como redactor jefe del periódico, Eugenio de Rioja pasa a la sección «Mesa de redacción», que trataba «temas candentes que se escapaban a las consignas que daba Prensa del Movimiento». De Rioja también trabaja en la emisora Radio Oviedo, dirigida, al igual que LA NUEVA ESPAÑA, por Francisco Arias de Velasco. En 1959 publica en la revista mensual «Tesón», dirigida a empresarios, un artículo sobre la publicidad y las relaciones públicas en las empresas eléctricas americanas. «Me llamó el director de Hidroeléctrica del Cantábrico, Prudencio Fernández-Pello, y me expuso que tenían muchos problemas de comunicación». De Rioja acepta la oferta que le hace Fernández-Pello e ingresa en Hidroeléctrica: «Fue la primera empresa privada de servicio público en España que hizo esa labor de comunicación y relaciones públicas». Sucedía entonces que «a los cobradores del recibo los insultaban, o que cuando había un apagón se producía un clamor social, o que el personal no trataba a los abonados como verdaderos clientes». Eugenio de Rioja juzga que aquel trabajo supuso que «pasáramos del muro de silencio al de cristal en Hidroeléctrica del Cantábrico».

En 1969, deja Asturias para pasar a dirigir el periódico «Línea», en Murcia, pero las circunstancias de la redacción y los artículos que llevan su firma le provocan «tropiezos con el gobernador civil, y aunque al principio resistí, un día recibí la llamada de Juan Velarde, que me recomendó: "Bájate del caballo, porque te pueden hacer mucho daño"». Eugenio de Rioja retorna entonces a Asturias, en 1971, a Hidroeléctrica del Cantábrico y a LA NUEVA ESPAÑA. Después de jubilarse en la empresa eléctrica ha seguido publicando artículos de opinión en el diario hasta fecha reciente. Sus «Memorias» saldrán en esta primera entrega y en otras dos: mañana, lunes, y el martes.