Oviedo, Alba VÁZQUEZ

El cuarteto de cuerda «Quiroga», del que forma parte el violinista ovetense Aitor Hevia, ha sido galardonado en el Concurso Internacional de Cuartetos de Cuerda de Burdeos por los dos jurados independientes: el jurado de los intérpretes, que le otorgó el segundo premio, y el jurado de la crítica y de la prensa, que le concedió el gran premio. Así, el grupo formado por componentes de diferentes partes de España se ha convertido en el primer cuarteto de cuerda español que ha logrado un premio en ese concurso. Aitor Hevia y sus otros tres compañeros ya forman parte de un palmarés en el que están cuartetos como «Hagen», «Takacs», «Belcea» o «Keller».

-Forma parte del primer cuarteto español en lograr este premio. ¿Emociona de una forma especial?

-Hemos hecho de alguna manera historia en el concurso, al ser el primer cuarteto español que ha entrado en el palmarés de los primeros. Además del ya consagrado cuarteto «Casals», somos el segundo en la historia de España que está haciendo carrera no sólo en nuestro país, sino también en el extranjero.

-¿Qué supone para el cuarteto «Quiroga»?

-Era la primera vez que nos presentábamos a este concurso. Este año ha sido durísimo e íbamos a por todas, estábamos ilusionados y animados. Creo que marca un antes y un después en nuestra trayectoria, ya que hablamos de uno de los concursos más importantes del mundo y haber conseguido esto, especialmente siendo españoles, es algo histórico. Nos abruma la idea de pensar que dentro de dos años nuestro nombre figurará en el palmarés junto a otros tan importantes como «Hagen», «Keller», «Belcea» o «Ysaye».

-¿Qué repercusión tendrá el galardón en la música española?

-El cuarteto de cuerda en España es una formación con una escasa tradición. Es una de las disciplinas más sacrificadas dentro de la música clásica. Yo creo que para los alumnos y los músicos más jóvenes de España es una motivación y a la vez un ejemplo a seguir. Les enseña que el cuarteto es una salida profesional tan interesante y factible como puede ser dar clase, tocar en una orquesta o ser solista.

-¿Cómo nació el cuarteto «Quiroga»?

-Tres de los actuales componentes nos conocimos en la Joven Orquesta Nacional de España. Los tres chicos estuvimos estudiando con la misma profesora en Holanda, Keiko Wataya. Allí nos planteamos hacer el cuarteto. Entonces buscamos chelista y nos fuimos los cuatro a estudiar a la Escuela Superior de Música Reina Sofía de Madrid, donde hemos estado tres años con el profesor Rainer Schmid.

-¿Es fácil o difícil la relación entre cuatro músicos?

-Es lo más complicado. Es estar juntos mucho tiempo. Es como un matrimonio a cuatro. Mis tres compañeros son encantadores, el problema es que cuando perteneces a un cuarteto no existe un jefe. Cada vez que tenemos que decidir algo lo votamos y lo comentamos una y otra vez. Eso es quizá lo más duro del cuarteto de cuerda. No obstante, tenemos la gran suerte de poder tocar la música que hay escrita para cuarteto de cuerda, que para mí es lo mejor.

-¿Qué proyectos son los próximos en la agenda del grupo?

-Un paso que hemos dado recientemente es meternos en la Agencia Camera, muy importante en España. A su vez, tenemos pensado presentarnos a varios concursos el año que viene. A corto plazo, la idea del grupo es estar un año más ensayando como locos. Después, queremos establecernos en una especie de residencia en un Conservatorio o en una Universidad y poder estar los cuatro en el mismo centro dando clase.

-¿Cuál es el secreto del éxito?

-Muchas horas y amor al cuarteto de cuerda, de otra forma es imposible. Es una carrera de fondo a la que tienes que dedicarle mucho tiempo y esfuerzo.