Oviedo

E. URQUIOLA

«Si no hubiera sido por el arzobispo Valdés no habría Universidad de Oviedo tal y como la conocemos» aseguró Ignacio Gracia Noriega, escritor y colaborador de LA NUEVA ESPAÑA, durante la conferencia «Fernando de Valdés, arzobispo e inquisidor, fundador de la Universidad de Oviedo» que tuvo lugar en el Club Prensa Asturiana. Este acto forma parte del programa de conferencias de las celebraciones del 2008.

El arzobispo Valdés nació en la villa de Salas entre 1475 y 1483 «ningún documento ha determinado la fecha exacta de su nacimiento» apuntó Gracia Noriega. «En 1546 es nombrado arzobispo de Sevilla y el 20 de enero de 1547, el Papa Paulo III expide "el breve" por lo que se le nombra inquisidor general» explicó Ignacio Gracia Noriega. «España dominaba una buena parte de la Europa que secundaba la reforma luterana, lo que podía atentar contra la unidad del Imperio. La persecución y represión de herejes protestantes era, por tanto, una cuestión de Estado», expuso el escritor.

Según palabras del escritor, «dentro de una determinada mentalidad, resulta paradójico que quien fundó la Universidad de Oviedo haya sido, a la vez, quien estableció el índice de libros prohibidos» y subrayó que «el arzobispo se comportó como hombre de Estado, al tiempo que como dignatario eclesiástico, porque manteniendo la unidad religiosa, se preservaba la unidad política».

Gracia Noriega apuntó que en la vida de Fernando de Valdés también hubo frustraciones. «No llegó a ser cardenal, dignidad a la que aspiraba. El proceso más importante que emprendió, el que iba en contra del arzobispo Bartolomé Carranza -por considerar que su doctrina se desviaba de la ortodoxia católica- se le fue de las manos. Cayó en desgracia primero con Carlos I y luego, con Felipe II, en ambos casos por negarse a sus requerimientos de carácter económico para financiar nuevas guerras contra los herejes» expuso el escritor.

Gracia concluyó que Valdés Salas es «una de las figuras más notables que ha dado Asturias a lo largo de toda su historia».