El filósofo asturiano Gustavo Bueno Martínez y el abogado gallego José Manuel Otero Novas protagonizaron en la tarde noche de ayer en Madrid, en el Centro Riojano, un vivo debate en torno a la fe y el ateísmo.

Bueno publicó el pasado otoño el libro «La fe del ateo», en el que, desde una perspectiva materialista, analiza el fenómeno de la creencia y de la no creencia en sus honda complejidad; y Otero Novas, autor asimismo de «El retorno de los césares», un ensayo sobre Filosofía de la Historia y en la sesión de ayer representaba las tesis católicas.

Atilana Guerrero, profesora del Instituto Humanes de Madrid y miembro del grupo de filosofía de Bueno, moderó el debate, que se inscribía en los VII Encuentros que promueve la asociación Nódulo_Materialista, también del círculo buenista.

Entre los numerosísimos asistentes al animado coloquio estaba el historiador Pío Moa. Bueno, desde la postura materialista que le caracteriza, afirmó, sin embargo, que Otero y él estaban más cerca de lo que se podría pensar a priori por las posiciones teóricas de partida de sus pensamientos. Y es que, efectivamente, aunque se trata de otro orden de cosas, tanto Bueno como Otero Novas -que fue ministro de Educación y Presidencia en los gobiernos de Adolfo Suárez- son dos de las figuras más lúcidas y valientes que hay en hoy día en el panorama nacional en defensa de la unidad de España.

Otero Novas no se ciñó a la etiqueta espiritualista que podrían haberle adjudicado mecánicamente y Bueno, a su vez, comentó: «Estamos de acuerdo en todo y no sabes hasta qué punto es así. Lo cierto es que no sabemos nada y sencillamente lo decimos de dos maneras distintas». Un vino