Oviedo, Elvira BOBO

«¿Hay base para negar la adopción a parejas homosexuales?», la vieja polémica recientemente reavivada en nuestro país con motivo de la regularización de los matrimonios homosexuales fue el título del seminario práctico impartido el pasado miércoles en el marco del II Congreso Nacional de Estudiantes de Psicología, en Oviedo, por María del Mar González, profesora de Psicología Evolutiva de la Universidad de Sevilla y autora de estudios sobre el tema.

-Se preguntó en Oviedo: «¿Hay base para negar la adopción a parejas homosexuales?». Responda.

-La pregunta tiene una respuesta clara. No la hay en absoluto. No hay quien sostenga sólidamente que los niños crecen mejor en una pareja heterosexual.

-¿En qué se basa?

-Los estudios coinciden. También con los resultados de otros países. Hemos contrastado las características que definen un hogar idóneo como requisitos de

adopción con las características que presentan las las familias homoparentales.

-Desmonte los principales argumentos en contra.

-Desde luego no hay perjuicio ninguno en el desarrollo psicológico de estos niños. No es cierto que lleven una vida más desorganizada, ni una estructura psicológica desestructurada, ni problemas de identidad sexual.

-¿Hay acuerdo entre los profesionales?

-Sí, los datos científicos y las distintas academias de psicología, psiquiatría, trabajo social, pediatría, incluso el psicoanálisis están de acuerdo. La psicología europea no se ha pronunciado aún, pero hay una directiva que insta a impedir que existan barreras. La Asociación de Psicología Americana se ha pronunciado también en este sentido.

-¿Qué ha querido transmitir a los jóvenes psicólogos en el seminario?

-Hemos tratado de estudiar las fortalezas y las debilidades de estas familias.

-¿Estas familias se enfrentan con problemas específicos?

-Sí, por ejemplo el rechazo social que pueden encontrar es una debilidad, en ese sentido son potencialmente más débiles. Hay que tener claro que sabrán abordarlas. Además, en un 60 por ciento de los casos se lamentan de la falta de referentes.

-¿A qué refiere?

-En ciertos momentos de la adolescencia hubieran querido compartir su experiencia con otros chicos en su misma situación, por eso creemos que hay que tratar de alentar encuentros con otros familias de este tipo.

-¿Se piden requisitos específicos a las familias homoparentales a la hora de adoptar?

-No se les aplican criterios específicos, pero en el manual de evaluación se sugiere que se explore a fondo que tengan clara su identidad sexual e integren la orientación sexual en la vida.

-¿Cuáles son las fortalezas?

-Sobre todo la gran voluntad, hacen una apuesta muy fuerte, incluso más que en padres heterosexuales que a veces tienen hijos sin buscarlos. Se trata de paternidades muy voluntarias. Además, la educación que reciben los niños

educados en estas familias es especialmente positiva a la hora de plantear en la igualdad de roles de género. Son más flexibles.

-O sea, ¿que hay diferencias positivas?

-En ese sentido, sí.

-¿Los cambios en las leyes se notan en la situación de estas personas?

-Sí, ha ayudado a superar los problemas de legitimidad. Aunque aún hay personas a las que les cuesta, la ley ha conseguido que los cauces les sean más fáciles. Cada vez hay menos problemas, incluso me cuentan anécdotas con

pediatras que no les ponen ya ningún problema.