Oviedo, P. Á.

Un estudio coordinado desde Asturias ha demostrado que un tratamiento basado en el bacilo que también se emplea en la vacuna de la tuberculosis es eficaz en casi la mitad de los tumores de vejiga. La investigación pone de relieve que el bacilo BCG es particularmente efectivo en los tumores superficiales de alto y medio riesgo. Asimismo, ha abierto la puerta al diseño -ya concluido- de un modelo matemático que permite predecir el porcentaje de posibilidades de que esta terapia funcione en un determinado tumor.

El artículo será publicado próximamente en la revista «European Urology», que es «la publicación de mayor impacto mundial en el ámbito de la urología», según explicó Jesús María Fernández Gómez, coordinador del trabajo, urólogo del Hospital Central de Asturias y profesor asociado de su especialidad en la Universidad de Oviedo.

«Una de las singularidades del estudio es el elevado número de pacientes que incluye», señaló el doctor Fernández Gómez. En la investigación han participado 1.062 pacientes de 17 hospitales de toda España. Asturias ha aportado más de un centenar de enfermos. Estas cifras permiten vaticinar que este trabajo «se convertirá en una referencia a nivel mundial», indicó el urólogo del Central.

El artículo contiene varias conclusiones. Que el BCG resultaba útil en el tratamiento de los tumores vesicales era algo conocido, sin embargo, faltaba por determinar con exactitud en qué tipo de tumores es eficaz y en cuáles puede resultar una rémora. La investigación ha confirmado que el bacilo es el tratamiento más idóneo para los tumores vesicales superficiales de alto y medio riesgo. Traducida a cifras, cabe concluir que el BCG puede ser empleado en «el 35 o 40 por ciento del total de tumores». El cáncer de vejiga es el cuarto más frecuente entre los varones asturianos, por detrás del de pulmón, próstata y colon-recto. Está relacionado directamente con el consumo de tabaco.

Una de las características definitorias del cáncer de vejiga es la alta tasa de recidivas que registra, circunstancia que conlleva un alto coste de la atención sanitaria, debido a los frecuentes controles que requiere. Uno de los beneficios del bacilo estudiado consiste en que reduce los riesgos de reaparición del tumor, con la consiguiente disminución de las molestias para el paciente, así como la progresión a tumores avanzados.

Los primeros datos fueron presentados en el Congreso de la Asociación Europea de Urología en Berlín en 2007. El coordinador del estudio subraya la relevancia del modelo predictivo que ha elaborado el equipo de investigadores. «Lo presentamos en marzo de este año en el congreso europeo en Milán y fue recibido con mucho interés», explica el urólogo asturiano, quien añade que este nuevo sistema será publicado próximamente en una revista de alto impacto. Este modelo determinará qué tumores son susceptibles de tratamiento con BCG y cuáles requieren la extirpación de la vejiga.