Oviedo, Efe / Europa Press

La Consejería de Salud del Principado alertó ayer sobre el riesgo que conlleva la ingesta insuficiente de yodo, en especial en niños y en mujeres embarazadas, pues las necesidades de esta sustancia se duplican durante la gestación y la lactancia.

La directora general de Salud Pública, Amelia González, destacó que Asturias «lleva años trabajando para erradicar este problema con un éxito extraordinario». Según los últimos datos disponibles, en el año 2000, un 75 por ciento de las familias asturianas consumía sal yodada frente al 60 por ciento en 1986. De este modo, la prevalencia del bocio, enfermedad producida por el déficit de yodo en el organismo, en la región pasó de un 63 por ciento de los niños en 1986 a un 8 por ciento en 2000.

Según datos facilitados por Edelmiro Menéndez, jefe del servicio de endocrinología del Hospital Central de Asturias, en el año 2000 se consumía sal yodada en el 75 por ciento de los hogares asturianos. Sin embargo, precisó el doctor Menéndez, estos niveles han disminuido desde entonces. En consecuencia, es preciso insistir en las medidas de fomento del yodo para llegar al 90 por ciento de la población.

Pese a que Asturias se sitúa a la cabeza de España en la erradicación de la enfermedad, la Consejería de Salud, en colaboración con el Colegio de Farmacéuticos, Unicef y el servicio de endocrinología del Hospital Central, ha impulsado una nueva campaña de concienciación que comenzará pasado mañana, lunes.

A través de carteles informativos y de la acción de profesionales, se recordará a los ciudadanos la importancia de consumir sal yodada y se incidirá en las necesidades de las mujeres embarazadas, pues en muchas ocasiones necesitan una dosis suplementaria cuya ausencia puede afectar al desarrollo cerebral del feto.

En opinión de la jefa del servicio de Promoción de la Salud, Consolación Arranz, «la sociedad debe concienciarse de la importancia de consumir sal yodada». El Gobierno autonómico ha llegado a acuerdos con establecimientos hoteleros para que usen el producto, y con superficies comerciales para que lo sitúen en lugares destacados.

El presidente de Unicef de Asturias, Ángel Nava, señaló que la carencia de yodo afecta a un tercio de la población mundial, con particular incidencia en la Europa del Este. Por su parte, Lourdes Bergillos, presidenta del Colegio de Farmacéuticos, expresó el compromiso de los boticarios con este tipo de campañas y agregó que las mismas «han cosechado resultados espectaculares».