Oviedo, Elvira BOBO

Entre veinte y treinta personas al mes podrían cumplimentar en Asturias el llamado «testamento vital», según las previsiones de la Consejería de Salud basadas en la experiencia de otras comunidades. Se trata de un documento a través del que podrán manifestar su decisión respecto a los cuidados y los tratamientos que desean recibir cuando la voluntad y la capacidad de comunicación se vean anuladas. El registro de instrucciones previas en el ámbito sanitario que, desde hoy, entra en funcionamiento en Asturias «garantiza la autonomía y el respeto de la voluntad del paciente», según explicó ayer el consejero de Salud, Ramón Quirós, durante la rueda de prensa en la que presentó este servicio. «Se trata de decidir con el paciente, y no por él, los tratamientos que afecten a su salud», aclaró el Consejero. Desde Asturias se habían tramitado ya trece documentos al servicio central, pero el Principado era, hasta ahora, la única comunidad que no había regulado esta prestación. Ahora Asturias se incorpora al registro nacional tras la aprobación del decreto el pasado 23 de enero.

La sede central del registro asturiano se encuentra en el centro de salud de La Ería, según explicó José Arcadio Fernández, director general de Planificación y Participación, quien añadió que el documento, que podrá ser modificado, anulado o revocado por el ciudadano y permite, además, designar a una persona representante cuya figura «es importante, ya que en la mayoría de los casos el procedimiento se hará a instancias de la familia o de algún conocido, al tratarse de decisiones en plazo cortos, de días u horas», señaló Fernández. Además de determinar la voluntad respecto a los cuidados y esfuerzos terapéuticos, el paciente puede asimismo manifestar su deseo de donar órganos, total o parcialmente, y tejidos, así como la cesión del cadáver para la docencia o la investigación.

Fernández afirmó que la inserción de los datos en el registro nacional -siete días después de inscribirse en Asturias- permite que el documento sea eficaz en todo el territorio. El personal sanitario está siendo informado y, según Fernández, se prevé un mecanismo adicional que permita a los profesionales acceder al registro para saber si el ciudadano que entra en el sistema sanitario ha realizado o no testamento vital. En ciertas unidades, como urgencias o cuidados intensivos, habrá personal autorizado, señaló, para acceder a la información y «hacer buena la voluntad del ciudadano».