Oviedo, P. Á.

Elena Arias lleva al frente del Servicio de Salud del Principado (Sespa) desde el pasado mes de octubre. Un período en el que no han faltado episodios conflictivos a causa de la oposición por parte de los trabajadores a determinadas modificaciones de las condiciones laborales. En el momento actual, negocia con los sindicatos la implantación de la jornada de tarde en los centros de salud urbanos. Y ayer mismo se topó con el conflicto generado por la instrucción que señala que todos los profesionales de atención primaria deben hacer guardias.

-Las guardias le han generado una nueva polémica.

-La instrucción que hemos dictado sólo pone de manifiesto que hay un marco legal -el estatuto marco- que debe cumplirse. Luego se deja a criterio de las gerencias el modo de llevarlo a la práctica.

-El rechazo es frontal.

-Lo que hemos planteado es que existe la obligación legal de hacer estas guardias por parte de los miembros de los equipos. Esa situación se da también en los hospitales: los médicos hacen guardias. No veo cuál es el quid de un conflicto en este caso.

-¿Todos los profesionales han de hacer guardias?

-No necesariamente. Dependerá de cada caso. Lo deseable es que cada área sanitaria se organice en función de las necesidades asistenciales. Luego puede haber exenciones por diversas razones que están reguladas.

-¿Por qué deciden impulsar esta medida?

-La atención primaria es el eje del sistema sanitario, la puerta de entrada al sistema. En eso estamos todos de acuerdo. Y ese planteamiento no se corresponde con el hecho de que, con carácter general, la jornada sea de 8 de la mañana a 3 de la tarde, y que a partir de las 3 entren los equipos de urgencia.

-¿Cuál es la necesidad de la administración que les impulsa a acometer una modificación conflictiva?

-No es una necesidad de la administración, sino del ciudadano. La atención primaria tiene que responsabilizarse de la prevención y la promoción de la salud y de la medicina de familia. Y nos encontramos con que esto es así hasta las tres de la tarde. A partir de las tres de la tarde, te atiende un médico, pero nunca es tu médico de familia. Y si alguien trabaja y tiene dificultades para que le den un permiso, nunca jamás le va a ver su médico de familia. Y eso desvirtúa el concepto de la atención primaria como eje del sistema.

-¿Ese problema se soluciona con las guardias?

-Es que de este modo se mantiene la continuidad en la asistencia. Y, además, el médico tiene una visión más amplia, más global, del paciente y de su entorno.

-¿Y la polémica implantación de la jornada de tarde?

-Es deseable que haya una oferta por la tarde. Eso no lo niega ni el más reticente. No es por hacer la puñeta.

-¿Dónde es necesaria?

-Sobre todo en los núcleos urbanos de las áreas de Avilés, Oviedo y Gijón. En estas zonas, las urgencias por las tardes han aumentado un 177 por ciento en cuatro o cinco años. Hay mucha gente que va por las tardes porque no le va bien ir por la mañana. No es un capricho: es evidente que hay una necesidad asistencial en los núcleos urbanos.

-¿No sería preferible para la administración optar por uno solo de estos cambios?

-Van relacionados uno con otro. Pero con toda la flexibilidad del mundo.

-¿Tiene que ver con la escasez de médicos en el mercado?

-Eso es un reduccionismo. No es que haya ni muchos ni pocos. La cuestión es que nos hemos dado un modelo sanitario que tiene como eje la atención primaria y que en ese modelo el papel del médico de familia es preponderante. Por esa razón, en todo el Estado, salvo en Asturias, los médicos de familia hacen tardes y hacen guardias.

-¿Se sienten legalmente respaldados para implantar la jornada de tarde?

-Sí. El hecho de que exista un acuerdo anterior no invalida que estamos en la administración pública. Y la administración tiene una prerrogativa que le viene dada de su salvaguarda del servicio público. Otra cosa es que hay que negociar. Nosotros llevamos seis meses negociando.

-¿Y si no hay acuerdo?

-Tendremos que acabar haciéndolo sin acuerdo. Tiene que quedar claro que la jornada de tarde va a hacerse y que no va a ser voluntaria ni incentivada. No será voluntaria salvo que haya equipos que sí la quieran hacer. Y hay centros de salud en los que vamos a desdoblar cupos y no hay espacio en las consultas por las mañanas, con lo que vamos a ofertar tardes.

-¿En qué han cambiado las circunstancias con respecto al momento en el que el Sespa renunció a la jornada de tarde?

-Lo que no sé es por qué se hizo aquel acuerdo, pero las circunstancias son las mismas. Y se van agravando con el tiempo, porque aumenta la demanda de las tardes.

-¿Se conoce la cifra de centros que deberán habilitar la jornada de tarde?

-Todavía no.

-¿Y la fecha de comienzo?

-Probablemente no pueda ser hasta después del verano.