Eduardo Carreño es médico psiquiatra especializado en adicciones.

-Un nuevo estudio relaciona el alcohol y las drogas en los jóvenes con la búsqueda de más y mejor sexo.

-En el equipo que hizo ese estudio está el doctor Calafat, que edita una revista de mucho prestigio, «Adicciones». Estamos en estrecho contacto con él el doctor Bobes y yo. El estudio abunda en escenarios en parte conocidos. El inicio en el consumo de drogas está crecientemente relacionado con el ocio y los usos sociales. Antes estaba más ideologizado.

-¿Más funcional?

-De todos modos, en el estudio hay una contradicción, porque por una parte entran en el mundo del alcohol y las drogas para buscar sexo, y efectivamente desinhiben, pero asimismo se sabe que concretamente el alcohol no es lo mejor para una buena relación sexual.

-¿Entonces?

-Se da el caso de chicos que buscan el alcohol para desinhibirse ellos y asimismo intentan que beban las chicas para que controlen menos la situación y sean más abordables. Uno de los problemas que se plantean con esas estrategias es que se suceden las actividades sexuales de riesgo. De ahí que, como se indica en el estudio, deban abordarse conjuntamente las drogas, el alcohol y el sexo de riesgo.

-Antes, el alcohol, en fiestas como la de La Balesquida...

-Es un buen ejemplo. En esa fiesta los jóvenes aprendían a beber, tenía un aspecto iniciático. En general, la gente salía y bebía. El alcohol ahora promociona los eventos. La Balesquida es lo contrario del botellón, antes salías y bebías, ahora se sale para beber. Ahora muchos jóvenes salen para beber.

-¿Existen diferencias por comunidades?, ¿hay algo específico en Asturias?

-Hay diferencias entre Asturias y Andalucía, no es lo mismo la sidra que los finos. Y en La Rioja, por ejemplo, hay una clara cultura del vino. De todos modos, el botellón nos está igualando al mundo anglosajón.