El multimillonario ruso Roman Abramovich, propietario del club de fútbol londinense Chelsea, fue el misterioso comprador de sendas obras de Lucian Freud y Francis Bacon que hicieron historia la pasada semana en subastas en Nueva York. Abramovich pagó 33,6 millones de dólares (21,5 millones de euros) por el lienzo «Benefits supervisor sleeping» (1995), de Freud , en una puja en la sede neoyorquina de Christie's . Con esa cifra, la obra, que muestra a una voluminosa mujer desnuda durmiendo en un sofá, estableció un récord mundial en subasta para una obra de un artista vivo. La modelo de Freud es Sue Tilley, una supervisora de subsidios sociales de Londres de 51 años. Tilley, que posó nueve meses para el cuadro, asegura no reconocerse en la obra de Freud y «la mayoría piensa que soy más bella en persona».