Barcelona, Diana DÍAZ

El Coro de la Fundación Príncipe de Asturias fue, ayer, el invitado de excepción para cerrar el XIV Ciclo de las tardes del Palau de la música catalana, uno de los candidatos al premio «Príncipe» de las Artes, que se falla mañana. El auditorio barcelonés, que cumple este año su centenario, recibió con entusiasmo a las voces asturianas, que obsequiaron al público con una selección de obras de polifonía sacra y profana, de entre su repertorio. Mil ochocientas personas asistieron al concierto en el que el coro interpretó de propina el «Ave María» de Bruckner.

El coro, formado por 76 voces y dirigido por José Esteban García Miranda, se estrenó en el Palau con un programa a través del cual el conjunto exprimió las posibilidades del canto polifónico. Líricas melodías y armonías trabajadas sobresalieron entre las voces. En una primera parte del recital se llevaron la palma la polifonía romántica alemana de Brahms, en sus emocionantes «Fest-und Gedenksprüche, op. 109», «Ecce quomodo moitur justus» de Alcaraz y «O vos omnes» de Pau Casals. Tras coger aire en el descanso, se incorporó el pianista Óscar Camacho. El coro estuvo versátil, al acoger la interpretación de una selección de «lieder» de Schubert, de «Los cantos de la Tierra» en los que Dante Andreo se basó en textos de Federico García Lorca, y de las populares y agradecidas «Canciones negras», compuestas por Monstsalvatge.

La formación vocal asturiana se consolida, poco a poco, como una de las agrupaciones asturianas de mayor proyección. Su actuación de ayer, en uno de los grandes teatros musicales, así lo avala.