Oviedo, Europa Press / P. Á.

El consejero de Salud del Principado, Ramón Quirós, afirmó ayer que «no es negociable» en un sistema de calidad que los médicos dejen de dar prestaciones como medida de presión. Quirós aludía a la decisión de los facultativos de atención primaria de algunas áreas de la región de suspender sus labores de tutoría a los médicos en formación o de atender las consultas de deshabituación del tabaco.

Con el fin de atajar el conflicto, los responsables del Servicio de Salud del Principado (Sespa) tienen previsto reunirse hoy, por separado, con los coordinadores de los centros de salud de Gijón y Avilés. El objetivo es acercar posturas y evitar las dimisiones anunciadas.

Según Quirós, la situación de tensión «debe reconducirse porque no tiene sentido decir que las prestaciones son voluntarias y el día que no me apetezca no las hago, porque eso no puede plantearse en ningún sistema público de calidad o mínimamente racional en todo el mundo». El Consejero indicó que las guardias han de ser cubiertas en todos los centros de salud, aunque no se mostró categórico en la previsión de ponerlas en marcha el próximo 1 de junio. «Hay que dar un margen de confianza al Sespa, para que trabaje con sus gerencias, sus equipos y sus profesionales, y que en cada zona, en función de las necesidades, se planteen distintas situaciones. Lo que hay que hacer es dejarles trabajar y acordar lo que sea mejor en cada momento», señaló el titular de Salud, que apostilló que «este consejero no está echando un pulso a nadie».

La réplica llegó de la mano del Sindicato Médico de Asturias (Simpa), cuyos dirigentes subrayaron que las tutorías a los facultativos residentes son «voluntarias» y, por consiguiente, los médicos «tienen derecho a negarse» a realizarlas. En consecuencia, el Simpa anunció que apoyará las medidas de presión que lleven a cabo los profesionales.