Madrid, Efe

La directora de la ANECA, Gemma Rauret, ha defendido la actuación «extraordinariamente correcta» de todos los equipos dedicados a comprobar si las titulaciones universitarias cumplen los requisitos del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES), pese a las «presiones indirectas» que ha habido.

«Si nuestra función es no emitir informes favorables hasta que se cumplen unos determinados mínimos de calidad, podemos estar seguros de haberlo cumplido» más allá de polémicas, afirmó la responsable de la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA). Todo el procedimiento de verificación de carreras -subraya Rauret- es «muy garantista». No obstante, admite que los plazos han sido «muy justos» para proponer y evaluar las primeras carreras adaptadas a Europa, y reconoce que todo puede mejorarse.

La directora de la ANECA precisa que la premura del proceso no ha afectado en exclusiva a los encargados de la verificación de las carreras, sino que «las universidades también fueron muy deprisa y esto también se nota en la calidad de muchas de las memorias».

Gemma Rauret asegura que la ANECA no ha sentido ninguna presión al pronunciarse sobre las titulaciones. «El entorno sí que presionaba, los medios de comunicación, algunas de las declaraciones..., la existencia de cartas era una presión indirecta fuerte», indica, en alusión a las quejas que los rectores comunicaron al Ministerio de Ciencia e Innovación sobre cómo se estaba procediendo a la evaluación. Rauret puntualiza que éste no es el mejor ambiente cuando se necesita tomar decisiones «muy importantes».

Según la directora de la Agencia, «muchas universidades han introducido cambios muy sustanciales» en la fase de reclamación, de modo que algunas titulaciones han conseguido finalmente el visto bueno. Y, como ejemplo, cita a la Universidad Europea de Madrid, que ha rebajado de 200 a 80 los estudiantes de Medicina, ya que los recursos y profesorados previstos eran insuficientes. «Éste es el camino y no la política o los juzgados», añade en referencia a las protestas de las autoridades autonómicas de Madrid al conocerse que se habían rechazado los títulos de Medicina de varias universidades privadas de la comunidad.