Al final, lo de la gripe rara esta va a contribuir, al menos, a aumentar nuestro léxico. El otro día, en el «Cara a cara» de CNN+, Antonio San José entrevistaba a un importante virólogo que pronunció la palabra «fómites». «Fómites», esdrújula. Corriendo al DRAE, nada. Corriendo a Google, «fómite», objeto de la vida cotidiana en donde se pueden posar y sobrevivir durante un tiempo agentes infecciosos. Ropa. Utensilios de cocina. Utensilios de baño. Si el usuario no conoce el estado de limpieza y los usos previos que han tenido estos objetos puede utilizarlos de forma descuidada y resultar contaminado por sus gérmenes.

Es decir, que conviene que todo el mobiliario, toda la ropa, los folios y el material de peluquería y maquillaje de «La tribu» sea inmediatamente destruido o, al menos, esterilizado, si no queremos que futuros programas de Telecinco los utilicen alegremente y de pronto comiencen a notar que pierden audiencia, que a sus presentadores se les seca el talento que pudieran tener, que dos horas de sus guiones contienen menos frases brillantes que una sílaba de Berto. La cadena de Vasile ha levantado oficialmente el cadáver de «La tribu» estos días, los forenses se hallan en estos momentos analizando las causas del óbito, pero todo apunta a que Sardá se encuentra televisivamente muy enfermo y ha podido contaminar con bichitos patógenos todos los fómites que haya utilizado en el plató. Izaguirre y Latre deben ser puestos en cuarentena. Los gérmenes de las enfermedades infecciosas corporales pueden sobrevivir algunos minutos o varias horas en los fómites, pero nada impide que los gérmenes de las enfermedades televisivas puedan resistir semanas o, incluso, meses en los recovecos del plató. ¿Nadie se ha planteado que los fracasos sucesivos que Telecinco experimentó en la sobremesa durante estos meses atrás pudieran ser debidos a que todos los programas compartían los mismos fómites?

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