Gerona, Marc ROVIRA

La Consejería de Interior de Cataluña ha decidido cerrar la investigación abierta por la Audiencia Nacional, que motivó, el pasado miércoles, la intervención de una treintena de agentes de la División de Investigación Central en varios bares de Gerona en busca de explosivos, ante la sospecha de un supuesto atentado contra los Príncipes de Asturias. Don Felipe y doña Letizia viajaron a Gerona hace una semana para presidir la constitución de la Fundación que lleva el nombre de su título.

Los Mossos d'Esquadra, desplazados al barrio gerundense Can Gibert, se ayudaron de perros adiestrados, para tratar de localizar rastros de explosivos. Una botella de plástico con un líquido amarillento fue lo más sospechoso que hallaron, pero también despertó sospechas una bicicleta que el dueño de uno de los bares guardaba en el almacén. Al parecer, la Policía recibió una información sobre la posibilidad del atentado.

Valerica Bocicoc, rumano de 32 años, dueño de uno de los bares y el único detenido -ya en libertad-, declaró a «Diari de Girona» que sintió «más indignación que miedo» y que la visita de los Mossos no lo cogió de sorpresa «porque hace cuatro años que tengo el bar y han hecho unas veinte redadas». Y añade: «Acostumbran a indagar por el tema de drogas y no han encontrado nada, pero esta vez ya parece de película».

Bocicoc dice que no se le pasaría por la cabeza dar refugio en su bar a alguien que estuviera tramando nada ilegal, y mucho menos a alguien con intenciones de liquidar a los herederos de la Corona. «Yo soy rumano, pero estoy a favor de la monarquía española».

En el bar, los Mossos cachearon a la clientela. Cuando él llegó -en ese momento estaba al cargo del local su cuñada-, la clientela estaba «de cara a la pared y esposada».

Mario Rueda, letrado de Bocicoc, dijo que en su ya larga trayectoria como abogado «no me había encontrado con una situación igual. Una imputación por un delito contra la Corona parece que debería exigir algún indicio más sólido». Los elementos que tenía la Audiencia Nacional para ordenar la entrada y registro continúan siendo un misterio.