El cantante Michael Jackson tomaba más de 10 pastillas de un medicamento para prevenir los ataque de pánico cada noche, fármaco que le conseguían sus empleados o que pedía él mismo visitando a doctores en diferentes estados, publicó hoy la cadena CNN.

En un documento confidencial fechado en 2004 de la oficina del Sheriff del condado de Santa Bárbara, donde se encuentra el rancho Neverland, dos guardias de seguridad de Jackson comentaron a los agentes la presunta adicción del artista a unas pastillas llamadas Xanax.

El testimonio de los guardaespaldas de Jackson fue recogido con motivo del juicio por abusos a menores celebrado en contra del artista en 2005 y, aunque los cargos fueron desestimados, esa declaración reafirma la teoría de la dependencia del cantante a medicinas para conciliar el sueño.

Xanax es un producto destinado a tratar los ataques de pánico, según se recoge en la página web, para pacientes "con o sin agorafobia" y con una dosis diaria recomendada a tomar por las mañanas, aunque siempre bajo supervisión de un médico.

La policía de Los Angeles ha enviado citaciones a los doctores que trataron a Jackson para reconstruir su historial médico, determinante para conocer el estado de la salud del artista.

Los investigadores requirieron todos los informes, incluidos los radiológicos y psiquiátricos.

Tras la muerte de Jackson, los agentes se incautaron numerosos fármacos en el domicilio del cantante en Los Angeles, algunos de los cuales serían fuertes calmantes.

En estas dos semanas se conoció que Jackson utilizaba pseudónimos para solicitar recetas para conseguir potentes medicamentos.

Los investigadores barajan que la muerte de Jackson el pasado 25 de junio pudo deberse a una sobredosis accidental y no descartan que pudiera tratarse de un homicidio, si bien se esperan los resultados toxicológicos de la autopsia del "rey del pop" para salir de dudas.

Está previsto que esos análisis estén listos en las próximas dos o tres semanas. EFE