Escritor y periodista, autor de la novela «Mediocre»

Oviedo, María LASTRA

David Barreiro, gijonés afincado en Madrid, publicó recientemente su primera novela, «Mediocre», que presentó hace unos días en la sede del Principado en la capital española. Compagina la literatura con el periodismo y el cine. Obtuvo el premio «Rovira Beleta» 2005 por el cortometraje «Atardeceres» y, en 2007, logró el «Asturias Joven» de narrativa por su obra «Relatos postindustriales».

-Su primera novela, titulada «Mediocre», trata de la profesión periodística. ¿Cree qué es un mundo de mediocres?

-Generalizar es siempre injusto. En mi opinión, el problema es estructural: grandes grupos mediáticos que utilizan sus medios como altavoces de sus intereses. A esto se suma la precariedad laboral, la amenaza del paro y otros problemas que arrinconan al periodista.

-Lleva ya algunos años en la profesión, ¿es el periodismo como se imaginaba cuando decidió estudiar esa carrera?

-Nunca tuve una idea clara de cómo sería la profesión, pero no la tenía idealizada. Quizás me haya dado cuenta de que los periodistas saben mucho más de lo que cuentan. A veces voy a cenas con colegas periodistas que me cuentan temas que deberían ser la portada del día siguiente. Es muy difícil encontrar un punto de vista diferente respecto a una noticia determinada. Eso tiene un riesgo: ya sabes lo que te van a contar y pierdes el interés.

-Centrándonos en su novela, ¿qué es lo que el lector va a encontrar cuando lea «Mediocre»?

-«Mediocre» es una novela sobre la renuncia. Es una crítica a la sociedad y a la profesión periodística, pero también es una reflexión acerca de una generación joven que, a nivel emocional, se encuentra perdida. Hay drama, pero creo que también hay mucha ironía en este libro.

-Además de a la literatura y al periodismo se dedica también al cine. ¿Cuál de las tres facetas le enriquece más?

-Son trabajos diferentes. En el periodismo partimos de la realidad, siempre respetando los hechos. En el guión y la literatura, nos movemos en el territorio de la ficción. Para mí es apasionante poder crear historias, situaciones y personajes, darles vida.

-Como periodista y escritor joven, ¿qué reflexión le sugieren ambas profesiones de cara al futuro?

-Creo que las dos profesiones están en un momento clave. En literatura, van a cambiar los formatos, la distribución, venta y consumo. En el periodismo, todo se vincula a la inmediatez, al titular y, como mucho, a la entradilla. Periodismo telegráfico. Con cuatro imágenes y una crónica de un minuto pretenden que entendamos qué está sucediendo en Honduras, Palestina o Afganistán. No es posible.

-Cuando su agenda vive un respiro, ¿qué otras aficiones ocupan su tiempo libre?

-Escribir es leer, y viajar, así que intento estar siempre rodeado de libros y escaparme cuando tengo ocasión. Me gusta hacer deporte pero en Madrid me queda demasiado lejos un campo para jugar al fútbol, así que me quedo en casa y veo los partidos del Sporting.

-Vivimos una época marcada por las nuevas tecnologías, ¿qué mejoras cree que puede introducir la revolución digital en el periodismo o en la literatura?

-Es indudable que el papel será progresivamente sustituido por los formatos electrónicos, que una industria basada en las copias (como la literatura) deberá reformularse porque nadie va a pagar 20 euros por un libro digital.

-Por último, ¿cuáles son los proyectos que le ocupan en estos momentos?

-Ya he terminado otra novela y he empezado una nueva. Además, estoy escribiendo el guión de una «road movie» junto a Freddie Cheronne, que ha contado conmigo para su primera película.