Oviedo, E. G.

Si hay tan potentes industrias lácteas en Asturias, ¿por qué ninguna se ha puesto manos a la obra para sacar mayores rendimientos a los derivados del suero? Julio Fernández tiene su teoría: una cosa es la industria láctea y otra la industria química. Las empresas no quieren mezclar ambos sectores. Si se quiere, hasta por una entendible cuestión de imagen.

Una planta química de producción de ácido láctico y lactato de etilo es empresarialmente viable en Asturias -la tesis doctoral lo demuestra, incluso en los escenarios económicos menos favorables-. En la región se produce medio millón de toneladas de suero lácteo al año, a partir del cual se obtienen unas 30.000 toneladas de materia seca. Tradicionalmente, en Asturias el suero se utilizaba como alimento para los cerdos. Es evidente que dicho uso ya no es viable.

Las empresas lácteas no están por la labor de crear plantas de desarrollo industrial del suero y derivados, pero disponen de la materia prima. Una empresa ajena a ellas estaría condenada a un entendimiento con las lácteas, proveedoras del producto inicial. Quizás estemos ante el enunciado de un problema añadido para abrir nuevos caminos de producción industrial.