Leones marinos, delfines, asnos, caballos y perros son domesticados especialmente para formar parte de terapias asistidas "divertidas y beneficiosas" para enfermos y personas discapacitadas de todas las edades con resultados "rápidos y espectaculares".

Así lo ha afirmado en declaraciones a Efe el director de la asociación Lealcan, Jesús López, quien ha asegurado que "a la mayoría de los pacientes les gusta las terapias con animales porque no les parece una tratamiento más, sino una experiencia placentera".

El director de Lealcan ha recordado que el caso que más le ha gratificado fue cumplir el sueño de una persona enferma de cáncer terminal que deseaba que un perro estuviera a su lado en los últimos días de su vida para poder acariciarlo.

Desde hace 25 años numerosos estudios ponen de relieve el beneficio terapéutico de una mascota; incluso estos tratamientos se están implantando en algunos centros oncológicos de Canadá y Estados Unidos, donde esos canes son propiedad de los hospitales, según ha señalado López.

Otra ventaja de las terapias con animales es que están indicadas para tratar un amplio abanico de enfermedades como el síndrome de Down, autismo, parálisis cerebral, retraso psicomotor, espina bífida, Alzheimer o esclerosis múltiple.

LEONES MARINOS Y DELFINES

Desde 2007, en el parque zoológico Río Safari en Elche (Alicante) se desarrolla una terapia gratuita y pionera en el mundo con leones marinos, que tiene "mucha demanda", según ha informado la directora Técnica-Psicóloga de la Fundación Río Safari, Silvia Sebastiá.

Sebastiá ha subrayado que, a pesar de las grandes proporciones de estos mamíferos marinos, su actitud cercana hace que el 98 por ciento de los pacientes tratados no hayan sentido temor al tocarlos y se crea una relación "muy positiva".

Los pacientes de las terapias con leones marinos experimentan beneficios en distintas áreas como la psicomotriz (en equilibrio y coordinación), el ámbito emocional (porque están más relajados y contentos) y en el área cognitiva con la mejora de la atención.

Otro tratamiento novedoso es la "delfinoterapia", ya que estos cetáceos emiten unos sonidos, algunos no audibles para los seres humanos, que son beneficiosos para el sistema comunicativo de los pacientes, según ha explicado a Efe la coordinadora de delfinoterapia de la Fundación Aqualand Mundomar, Camino Herreros.

La combinación de elementos como el agua, el sol y la compañía de los delfines, que son animales cariñosos y tranquilos, produce un efecto relajante y saludable para los pacientes.

Asimismo, tras haber asistido gratuitamente a casi dos mil niños desde el año 2001, Herreros ha declarado que han recibido cartas y llamadas de agradecimiento de padres satisfechos por las mejoras en el comportamiento de sus hijos, sobre todo al tener una actitud un poco más abierta hacia su entorno tras el tratamiento.

TERAPIAS COMPLEMENTARIAS

Los expertos han advertido de que estas terapias no pueden ser únicas, sino complementarias del resto de tratamientos sanitarios y para realizarlos se requiere una autorización médica.

"Las terapias asistidas con animales no son remedios que curan, son actividades coadyuvantes que consiguen mejorar otros aspectos del paciente que no son los puramente patológicos", ha añadido el director general del Refugio del Burrito, Iván Salvía.

Salvía ha destacado que la asnoterapia es un tratamiento aún poco conocido por los españoles, pero que está teniendo éxito porque "los burros son animales que les gusta mucho el contacto físico con los humanos, son muy dóciles y sociables".

También ha recalcado los beneficios emocionales que aporta el trato con los asnos, pues los pacientes más jóvenes lo asumen como una aventura, y experimentan una "notable" mejoría en su autoestima, en su actitud y sus relaciones sociales.

En cuanto a las terapias ecuestres, el paciente realiza sus ejercicios de rehabilitación montado sobre el caballo, estimulando así sus músculos, sus articulaciones y la circulación sanguínea de sus piernas por el calor que el animal le transmite, según ha informado en declaraciones a Efe la Fundación Carriegos.

El gerente de la Fundación, Álvaro de la Puente, ha apuntado que la respuesta generalizada de los pacientes es positiva porque se establece un vínculo afectivo con los caballos que facilita su desarrollo personal.

DESCONOCIMIENTO Y FALTA DE REGULACIÓN

Las terapias con animales se realizan bajo la supervisión de especialistas, sobre todo psicólogos y fisioterapeutas, ya que la colaboración de los sanitarios es necesaria para controlar y evaluar los resultados.

Sin embargo, "algunos doctores en medicina general o especializada todavía son reacios a estos tratamientos al considerar al perro un saco de pulgas", a pesar de que se mantiene la limpieza de los animales en cada sesión, ha asegurado López.

De la Puente ha considerado que ese rechazo inicial "es lógico, porque puede parecer un poco locura proponer que una persona con silla de ruedas monte a caballo, pero cuando los médicos ven los avances en equilibrio y tono muscular, lo acaban recomendando".

Además, ha alertado de que la existencia de centros donde ofrecen tratamientos sin la supervisión de fisioterapeutas ni especialistas, perjudica la imagen del resto de escuelas que cuentan con el apoyo de los médicos.

Asimismo, algunos expertos en terapias con animales han denunciado que su profesión no está reconocida oficialmente en España, pues no existe ninguna formación reglada, ni homologación de título, ha comentado Salvía.

De la Puente ha informado de que en otros países la especialización en terapias asistidas con animales está "mucho más desarrollada, reglada y organizada desde la década de los setenta, mientras que en España sólo se ofertan tres cursos de postgrado, dos en Cataluña y uno en Madrid para licenciados en fisioterapia o educación".

No obstante, Sebastiá, ha opinado que este tipo de tratamientos están ganando apoyos y que "sólo es cuestión de tiempo que las terapias con animales se vean como algo posible".