Oviedo, E. G.

Convertir la de Oviedo en una de las treinta universidades españolas con el sello de excelencia costará unos 109 millones de euros. La propuesta del Campus de Excelencia Internacional (CEI) fue presentada ayer por el rector, Vicente Gotor, y parte de su equipo de gobierno. Se trata de un plan estratégico que tratará de convencer al comité técnico designado por la Administración central y con el horizonte presupuestario en el 2012, aunque muchos de los proyectos planteados van para largo. Entre ellos, la reestructuración de los campus universitarios en Oviedo evitando las actuales dispersiones y potenciando el campus del Cristo.

Los 109 millones parten de la premisa de una colaboración máxima del Estado cifrada en 63 millones de euros. El resto sería financiado por los fondos propios (unos 25 millones) y por otros 20 millones que llegarían de fuentes diversas, entre ellas Europa. Son cantidades que servirían para poner en marcha proyectos relacionados con la investigación y el desarrollo y no tanto con la reestructuración de facultades y escuelas, que requerirían presupuestos mucho mayores.

La Universidad tiene claras cuáles son sus fortalezas: bioquímica, medicina, física y biología molecular. Y a partir de ahí se desarrolla la idea de crear dos áreas de conocimiento: Biomedicina y Salud, en Oviedo, y Energía, Medio Ambiente y Cambio Climático, en Gijón.

La carrera por las subvenciones es corta y rápida. En julio la Administración central anunció la convocatoria del Campus de Excelencia. El pasado martes finalizó el plazo de presentación de proyectos (la Universidad de Oviedo lo entregó un día antes). El día 29 el Ministerio de Educación hará una primera criba para dejar en la lucha sólo treinta universidades del país. Las quince primeras tendrán una subvención de 200.000 euros para desarrollar más ampliamente el proyecto, ya con vistas al logro de subvenciones. En el peor de los casos, si el plan estratégico de la Universidad asturiana no fuera elegido, habría otra convocatoria en abril de 2010.

El sello de excelencia es más que un signo de distinción pues, como recordaba la vicerrectora de Internacionalización, Ana Fernández, es la llave que da derecho a participar en los seis subprogramas que la Administración central va a poner en marcha en los próximos años con vistas en la estrategia Universidad 2015 y el intento de que alguna Universidad española pueda entrar entre las cien mejores de Europa.