Oviedo, P. RUBIERA

El árabe, una lengua que hablan 1.700 millones de personas y cuya enseñanza en la Universidad de Oviedo había alcanzado un reconocido y creciente prestigio, podría desaparecer del plan docente de las enseñanzas de Filología. Juan Carlos Villaverde, único profesor del área de Estudios Árabes e Islámicos, recibió hace unos días una propuesta de la Comisión de Docencia de la Facultad de Filología que considera «una arbitrariedad». La fórmula ideada para evitar su desaparición es incluirla como optativa dentro de un minor de Filología Española denominado Intensificación, junto a Sociolingüística, algo que el profesor cree humillante. «Ya ni siquiera es entrar por la puerta de atrás sino por la gatera».

La decisión de la Comisión Docente sorprende por el reconocimiento académico alcanzado por esta área de estudios de la Universidad de Oviedo entre otras instituciones y especialistas, así como por la vinculación histórica de España con esa lengua. Por otra parte, el árabe es, en estos momentos, de una gran importancia estratégica en el panorama político mundial. El número de alumnos de la mayoría de las carreras filológicas ha disminuido; en el caso del árabe, en los últimos cursos se sitúa en torno a la decena, pero el profesor Villaverde, que imparte clases desde el año 1984, cree que una Universidad como la ovetense, que tiene una gran tradición en los estudios humanísticos, debería valorar otros aspectos. Y cita, entre ellos, el grupo de investigación Seminario de Estudios Arabo-Románicos que, en los últimos diez años ha desarrollado proyectos con los ministerios de Educación y de Asuntos Exteriores, este último en colaboración con Túnez. Hace dos semanas, el Ministerio de Ciencia y Tecnología aprobó otro que tendrá una duración de tres años. Ha colaborado, asimismo, con un proyecto de la Universidad Complutense y publica «Aljamía», una revista de referencia en el mundo arabo-islámico por la que la Facultad de Filología recibe más de cien publicaciones de intercambio.

Además, la Biblioteca Arabo-Islámica de la Universidad recibió recientemente donaciones de Álvaro Galmés, una de las autoridades mundiales en la Filología Románica y Arábiga, profesor de la Universidad ovetense durante 24 años, y del aljamiadista de origen húngaro Ottmar Hegy; también recibió el legado de Carlos Quirós, capellán castrense y arabista, quien en la década de los cuarenta del pasado siglo dirigió los centros de estudios árabes de Tetuán y Granada.

El área de estudios mantiene dos colecciones editoriales y está a punto de presentar otra, en la que se editarán 14 libros. Próximamente, publicada por Trea, saldrá la Gramática del Árabe Clásico de Wolfdieter Fisher, una obra de referencia en ese campo. Algunos de sus alumnos han realizados estudios posdoctorales o están vinculados a universidades como La Sorbona, la Americana de Dubai, las de Praga, El Cairo y varias de Estados Unidos, entre otras. En los últimos años, el área ha sido invitada a numerosas universidades de todo el mundo y mantiene una estrecha relación e intercambios con Túnez.

LA NUEVA ESPAÑA intentó ayer conocer la opinión sobre el asunto del decano de Filología, Enrique del Teso, pero no fue posible. Juan Manuel Marchante, responsable de los planes docentes del equipo de gobierno, declaró que todavía no se había probado la estructura de las filologías. «No tengo ninguna opinión porque todavía no nos ha llegado formalmente ninguna propuesta de estructura», señaló.