El gaitero asturiano y directivo de la Sociedad General de Autores (SGAE) José Ángel Hevia, mostró hoy su conformidad con una posible negociación entre esta entidad y la Federación Asturiana de Concejos para la aplicación de las correspondientes tarifas por derechos de autor sobre fiestas y actividades musicales y culturales, pero también advirtió de que la música hay que pagarla, como los seguros o los equipos de sonido. "Quien no tiene dinero para música pues que no ponga música", señaló.

En declaraciones a Europa Press, el músico asturiano ofreció así su opinión sobre la polémica que estos días enfrenta a la Sociedad con los ayuntamientos, a raíz del conocimiento público de la demanda que la SGAE ha presentado contra el Ayuntamiento de Cabranes, al que reclama 7.500 euros por derechos de autor. Las orquestas de las fiestas del pueblo y diferentes actividades musicales de la Agenda Cultural del Principado en los últimos años componen la mayor parte la cuantía total de la reclamación.

"Nada mejor que un interlocutor que aglutine a todos los ayuntamientos para que los autores fijemos unas tarifas de acuerdo con los clientes, que son los ayuntamientos. Esa comunicación suele existir y se puede llegar a unas tarifas que de abusivas no tienen nada", matizó.

Así, recordó que "los técnicos de la SGAE mantienen reuniones periódicas con los colectivos hosteleros, los ayuntamientos o los hoteleros". "La polémica de la SGAE con los hosteleros era brutal hace unos años", matizó, "porque los discobares no querían pagar derechos de autor, y sin embargo ahora hay un congreso anual de hostelería, y la propia SGAE manda un artista, porque hay muy buena relación. Dialogaron colectivamente y ahora mismo el entendimiento es muy bueno, cuando hubo una polémica bestial". Según Hevia, SGAE "es la parte que vende derechos y los hosteleros son los clientes, como son los ayuntamientos", por lo tanto, "si los ayuntamientos están descontentos tendrán que plantear algo".

En cuanto las tarifas aplicadas, Hevia explica que la "tarifación ocupa como 300 o 400 páginas", y que tiene en cuenta criterios como el caché del autor utilizado.

No obstante, en este sentido formuló una reflexión: "si no tenemos dinero para voladores no hacemos fiesta, qué remedio". "Y si no tenemos para música pues no ponemos música", añadió, señalando que "el montaje del equipo de sonido, del escenario, o el seguro, si es una comisión responsable, se cobra". "Pues los músicos también cobramos. ¿O es que no tenemos nunca derecho a cobrar?", concluyó.

EUROPA PRESS