Oviedo, Pablo ÁLVAREZ

«Visto para sentencia». El socorrido aforismo fue pronunciado ayer por el rector de la Universidad de Oviedo, Vicente Gotor, en alusión al proyecto que la institución ha presentado al programa Campus de Excelencia Internacional. Los 400 documentos que integran la documentación elaborada por la universidad asturiana quedaron ayer depositadas en una página web a la que sólo tendrán acceso los encargados de evaluar las propuestas.

La suerte está echada. Gotor destacó que finalmente son más de 200 las empresas, instituciones y organismos públicos y privados de la región, de muy distinta naturaleza, que respaldan la ambiciosa apuesta de la Universidad. Asimismo, ésta ha recabado el apoyo de ocho universidades francesas y seis alemanas que ya disponen del sello de calidad. Y un mensaje del rector: el plan estratégico en modo alguno posterga al área de humanidades.

En realidad, el plazo para entregar las documentación se cierra pasado mañana, lunes. Pero el equipo directivo de la Universidad de Oviedo, tras el atracón de trabajo al que se han visto sometidos desde el verano, ha preferido llegar a la cita con anticipación. El próximo día 25, en Madrid, 15 universidades públicas y 3 privadas deberán exponer sus planes en un acto público, ante la comisión internacional que juzgará las propuestas. Los resultados se darán a conocer «en torno al 30 de noviembre», según fuentes del Ministerio de Educación.

De esa evaluación saldrá el elenco de universidades españolas que recibirán una serie de subvenciones públicas encaminadas a aproximarse a la zona noble del ranking europeo del sector. Las entidades privadas no optan a financiación, pero podrán participar en otros proyectos de agregación o recibir un reconocimiento de calidad.

En su comparecencia de ayer ante los medios de comunicación, Gotor estuvo acompañado de Ana María Fernández, vicerrectora de Internacionalización, y de Silvia Gómez, coordinadora de un proyecto para cuya exposición pública se dispondrá de ocho minutos. El rector apuntó que él y sus colaboradores tienen previsto emplear cuatro minutos en una exposición oral (que correrá a cargo del propio Gotor) y cuatro en un vídeo explicativo.

«Ad futurum. Proyectando nuestra tradición hacia el futuro» es el lema que preside la estrategia de la Universidad de Oviedo. Ya por la tarde del mismo día, los miembros del comité evaluador podrán solicitar información adicional a los representantes de cada candidatura.

«Estamos trabajando para sacar la máxima nota», señaló el rector en referencia a las posibilidades reales de la institución asturiana en su pugna con las restantes universidades que compiten por el sello de excelencia. En el peor de los casos, agregó, «tendremos un plan estratégico a medio y largo plazo, cosa que hasta ahora no había».

El rector enfatizó que los apoyos recibidos demuestran «que prácticamente toda la sociedad asturiana está con la Universidad». Sin embargo, no quiso extender su tono conciliador a las voces que acusan a los responsables del plan de no -hacerlo participativo y de no contar con las humanidades. «No es cierto, contamos con todos, pero la fortaleza del proyecto, según nos dijeron desde el propio Ministerio, era la concreción y la especialización», subrayó. Como aspecto más débil de la propuesta, aunque no exclusivo de la Universidad de Oviedo, citó la escasa aplicación tecnológica -plasmarse habitualmente en patentes- que los investigadores logran dar a sus avances en el conocimiento.

Oviedo, P. Á.

«No es una concentración de centros en igualdad de condiciones, sino una absorción». Así resumió ayer el director de la Escuela de Relaciones Laborales de la Universidad de Oviedo su rechazo a la unificación en un único centro de la actual Facultad de Ciencias Económicas y de las Escuelas Universitarias de Empresariales y de Relaciones Laborales de Oviedo. Aunque de una forma más suave, también el director de Empresariales, Victorino García Fernández, expresó su oposición al proyecto abanderado por el equipo de gobierno de la Universidad. En el polo opuesto, el decano de la Facultad de Económicas, Francisco González Rodríguez, se mostró favorable a un plan que considera «positivo».

Estos pronunciamientos se produjeron ayer, tras una reunión en la que los vicerrectores de Ordenación Académica, María Paz Suárez Rendueles, y de Profesorado, Julio Antonio González García, expusieron a los directores de los centros y departamentos afectados el citado plan de integración. El próximo viernes, será informado del mismo, por parte del gerente de la Universidad, el personal de administración y servicios de los centros implicados.

Victorino García declinó facilitar detalles de la reunión de ayer, pero sí enfatizó la oposición de la Escuela de Empresariales de Oviedo a un modelo de «macrocentro» en el que, a su juicio, se pierde «la correlación entre titulación y centro y la atención más directa a los alumnos» que se daba hasta el momento. La escuela cuenta actualmente con unos 700 alumnos distribuidos en tres cursos. Su director no duda en hablar de «sensación de agravio» al aludir al hecho de que «la escuela de Empresariales que hay en Gijón va a convertirse en facultad». «Si se quiere concentrar todo en un centro, que se concentre todo», subrayó Victorino García, quien se muestra «escéptico» ante la previsión de que la unificación implique un ahorro de recursos.

Luis Antonio Fernández Villazón argumenta que con la fusión se pierda la sensibilidad «social y laboral» que hasta el momento aportaba la Escuela de Relaciones Laborales de Oviedo, que suma 428 alumnos matriculados. Fernández Villazón sostiene que esta marginación ya se ha visto plasmada en el rechazo a la petición de que el nombre del futuro centro aluda «de algún modo» a ese componente laboral y social.