Avilés / Gijón, M. MANCISIDOR / J. MORÁN

«El amor es la respuesta, pero mientras usted la espera, el sexo le plantea unas cuantas preguntas», sentenciaba el actor y director Woody Allen. Tal vez por este motivo, para asesorar e informar, el Consejo de la Juventud de Extremadura (CJEx) acaba de presentar una polémica «campaña de educación sexo-afectiva» dirigida a jóvenes de entre 14 y 17 años en la que se invertirán 14.000 euros.

El curso trata de enseñar a los jóvenes a atender la sexualidad e incide en la anatomía, fisiología sexual masculina y femenina, la identidad de género, la autoestima y también, entre otros juegos eróticos, en la masturbación. La controversia está servida. La presidenta de la Asociación Estatal de Profesionales de la Sexología, la avilesina Ana Fernández, sostiene que dicha campaña «se ha sacado de contexto». «Se trata de la típica publicación para los jóvenes que va mucho más allá de la masturbación. El único fallo que le veo, y es importante, es que no está elaborada por sexólogos, que son quienes realmente están capacitados para elaborar material de educación sexual», añade.

El responsable del Centro de Atención Sexual de Avilés (CASA), Iván Rotella, coincide con su colega. «En Avilés estamos a punto de publicar una guía de educación sexual para adultos, pero el Ayuntamiento lo tiene muy claro y todo el material que se hace está asesorado por nosotros, sexólogos, y sigue criterios estrictamente educativos», sentencia.

En cuanto a la campaña extremeña bautizada «El placer está en tus manos», Rotella destaca que sigue la línea de trabajo del Consejo de Juventud marcada a nivel nacional. «Pero se ha descontextualizado. Sólo se habla de la masturbación cuando este capítulo no es ni tan siquiera el más importante. La campaña también presta atención a la autoestima, por ejemplo», explica. Para Iván Rotella, la polémica surgida tras la presentación de la campaña de educación sexual en Extremadura «es sólo política». «Sólo entendería esta controversia si se gastaran 14.000 euros en un taller para enseñar a los jóvenes a masturbarse, pero no es así», concluye el sexólogo avilesino.

Por su parte, el delegado de Familia de la diócesis de Oviedo, el sacerdote José Antonio González Montoto, manifestó ayer «no conocer con detalle el contenido de la campaña de la Junta de Extremadura», pero consideró «del todo necesaria una educación de la sexualidad a cargo de padres y educadores, que favorezca la integración de esta dimensión constitutiva de cada ser humano». Sin embargo, Montoto objetó que «la mayor parte de las campaña oficiales se quedan en elementos fisiológicos y en el esfuerzo de los jóvenes para evitar un embarazo no deseado o el contagio de enfermedades de transmisión sexual».

Por otro lado, añadió, «si tal como propone esta campaña de "El placer está en tus manos", se insiste en favorecer la masturbación y otras expresiones donde el placer es el único absoluto, al margen de la responsabilidad».

Montoto criticó asimismo «la ideología de género, que se queda en que nuestra sexualidad depende de la cultura y no forma parte de nuestra estructura profunda, es decir, que uno libremente puede expresar su deseo y orientacion sexual siempre que no haga daño a los demás». El delegado diocesano de Familia cree que «esta mentalidad se va imponiendo en casos como el de Educación para la Ciudadanía y en muchas campañas de orientación de la sexualidad».

Por otro lado, el Consejo de la Juventud del Principado de Asturias (CMPA) manifestó su apoyo al Consejo de la Juventud de Extremadura ante las críticas y la polémica generada por la campaña sobre la masturbación. El organismo asturiano resaltó la importancia de los consejos de juventud como plataformas de representación amplia y plural y como interlocutores de los intereses de la juventud ante los poderes públicos.

A su juicio, más allá de «titulares llamativos y sesgados», la campaña persigue «un fin muy serio, consistente en que los jóvenes adopten un papel activo en su educación sexual para que la vivan de una forma sana, sin riesgos, sin mitos y prejuicios, a través del conocimiento, eliminando los sentimientos de vergüenza, de culpa y de pudor que tradicionalmente han rodeado estos temas».