Oviedo, M. S. MARQUÉS

Después del trabajo realizado por el Museo de Bellas Artes en los dos catálogos razonados de su colección, «La pintura asturiana del siglo XIX» y «Los artistas asturianos de 1916 a 1934», se presenta ahora un catálogo divulgativo, «Arte contemporáneo asturiano en el Museo de Bellas Artes de Asturias, 1950-2009», que estudia 102 obras de 56 artistas y trata de ofrecer un panorama lo más completo posible de la evolución del arte en el Principado en las últimas seis décadas. Con una introducción de Alfonso Palacio, profesor de Historia del Arte de la Universidad de Oviedo, el estudio, que se presentará a las 12.00 horas en el salón de actos, se centra en aquellos artistas que iniciaron su trayectoria creativa a partir de los años cincuenta del pasado siglo.

Son muchas más de ciento dos las obras de los autores asturianos de esta generación depositadas en el museo, pero las limitaciones de espacio han impedido darlas a conocer, ciñendo su presencia, en la colección permanente, a una cifra reducida. Ahora, con el proyecto de ampliación en marcha, Emilio Marcos Vallaure, director del centro, ve conveniente ir revisando los fondos para tener una idea más amplia del material con el que se va a contar. «Es necesario ver las obras, tomar datos, ver las carencias y reflexionar sobre el conjunto de cara a la exposición definitiva». En dicha ampliación será precisamente la parte dedicada a la pintura asturiana la que se verá sujeta a mayores cambios, «ganando más y mejor representación y espacio».

La catalogación de las últimas seis décadas de pintura asturiana incluye la reproducción de todas las obras expuestas. No están todas las que son, pero aun así, ciento dos son un conjunto aceptable como punto de partida para constituir el panorama futuro del arte contemporáneo. El Museo de Bellas Artes guarda en sus almacenes unas 1.200 obras de este período, no todas museables, aunque muchas tienen suficiente interés para ocupar un lugar en las salas de la colección permanente. Marcos Vallaure asegura que ahora la exposición está condicionada por el espacio. «Tanto es así que por falta de espacio algunos artistas están representados por una obra peor que la que tenemos en el almacén», señala el director.

La colección de arte contemporáneo se puede definir como un corpus que se ha ido acumulando a partir de adquisiciones del propio museo, donaciones e incorporaciones del 1 por ciento cultural. En total más de mil obras de 116 autores. Dentro de ese conjunto, que en la exposición permanente se presenta partiendo de los artistas nacidos en torno a la década de los veinte, figuran nombres como los de Orlando Pelayo, Rubio Camín, Antonio Suárez, Amador, Navascués, Bernardo Sanjurjo, Alejandro Mieres, Miguel Mojardín, Kely, Paco Fernández, Miguel Galano, José Paredes, José Manuel Núñez Arias, Melquíades Álvarez, Francisco Fresno y Adolfo Manzano, entre otros. Se trata de establecer un panorama lo más completo y didáctico posible de lo que ha sido la actividad creativa en Asturias a lo largo de los últimos sesenta años. La exposición de las obras se exhibe en la planta baja y primera de la casa de los Oviedo-Portal y alguna obra, en el palacio de Velarde. La novedad es que si hasta ahora sólo se venía exponiendo pintura y escultura, en la actualidad se incluyen todos los géneros: fotografía, grabado, instalación, videoinstalación y joyería.

El museo quiere ofrecer antes de la ampliación una visión panorámica de artistas dispares en cuanto a formación, lugar de trabajo y orientación estilística. Como característica común de una parte del grupo está su interés por volver a conectar el arte regional y nacional con las corrientes de la modernidad.

El conservador de pintura del XIX en el Museo del Prado, Javier Barón, hablará el jueves día 26 de arte asturiano, en el salón de actos del Museo de Bellas de Asturias.