No era un concierto cualquiera y los más avispados sabían que ésta iba a convertirse en una de esas ocasiones que permanecerán durante mucho tiempo en el recuerdo de quienes tuvieron la fortuna de estar allí. No pudo haber elegido a nadie mejor que Dean & Britta el Museo Warhol de Pittsburgh para musicar los Screen Tests de Andy Warhol, proyecciones de cuatro minutos en las que se retrataban a muchos de los que se dejaban caer por la Factory. Como si se situaran en un extraño espejo, los rostros de estos personajes nos miran o nos rehuyen o dejan caer una lágrima (impresionante «Ann Buchanan», el retrato favorito de Warhol en palabras del neozelandés Wareham). La música envolvente y atmosférica del cuarteto liderado por el ex Galaxie 500 y ex Luna se revela como la ideal para completar esos retratos. Poco a poco, canción a canción, imagen tras imagen, la alquimia de un guitarrista sin parangón -digno heredero de otro grande e inimitable como Tom Verlaine- va haciendo efecto en los presentes hasta lograr el encantamiento deseado. De las piezas más tranquilas o ensimismadas, las dedicadas a Freddy Herko (»Incandescent Innocent»), a Ann Buchanan (»Ann Buchanan Theme»), a las más eléctricas como el intenso, magnífico, «It Don't Rain In Beverly Hills», de los psicodélicos neoyorquinos Tadpoles, para Edie Sedgwick; el narcótico instrumental de Luna «Herringbone Tweed» para Dennis Hooper o un poderoso «Not A Young Man Anymore» de la Velvet Underground para -¡cómo no!- Lou Reed, todas consiguen impregnarse en el artístico ambiente creativo que Drella pretendió en su día para la Factory. Las guitarras de Wareham nos elevan a las estrellas y nadie es ajeno a ello. Obligado bis, ya sin imágenes, que concluye con el cinematográfico «Bonnie & Clyde» de Serge Gainsbourg, que aparecía como tema oculto en el «Penthouse» (1995) de Luna para cerrar una actuación con la que Dean & Britta unieron los cielos de Gijón y New York en una velada inolvidable.