Filólogo, académico y presidente de la comisión de armonización del nuevo texto normativo

Oviedo, P. R.

Salvador Gutiérrez Ordóñez, asturiano de Bimenes, catedrático de Lingüística General de la Universidad de León y académico de la Lengua, ha sido uno de los protagonistas de la elaboración de la nueva Gramática panhispánica, como presidente de la comisión de armonización. Él la define como «una gran obra a la altura de una gran lengua» que el idioma español necesitaba y que será muy útil.

-¿Qué características subrayaría de esta nueva Gramática? ¿Qué la diferencia de la de 1931?

-Existe, en primer lugar, una diferencia evidente que salta a la vista. Aquélla era una Gramática breve que seguía la tradición de las gramáticas académicas. Tenían la función de convertirse en manuales escolares en los niveles superiores de la enseñanza de la lengua. Era una Gramática que pudieran entender todas las gentes cultas. Samuel Gili Gaya, gramático y farmacéutico, decía con gracia que la Gramática académica debería ser comprensible incluso para los boticarios. Desde esa visión construyó Emilio Alarcos su magnífica «Gramática de la lengua española». La que acaba de salir a la luz tiene otra finalidad. Ésta pretende recoger y describir todos los usos, todas las particularidades, todas las construcciones, a la vez que trata de ordenar y explicar tanta variedad y tanta riqueza. Es una obra distinta, pero una obra necesaria. La función que ejerció la edición de 1931 la asumirán ediciones más breves que irán apareciendo en el año 2010: el Manual (de unas 700 páginas) y el Compendio (de unas 250 páginas aproximadamente).

-¿Qué encuentra el usuario en esta nueva Gramática?

-En tantas páginas, el lector podrá encontrar información sobre la casi totalidad de problemas gramaticales que se le puedan plantear. Para poder buscar y navegar por sus páginas tiene a su disposición un índice general y un índice temático muy detallados y exhaustivos.

-¿Aconseja usos?

-La obra es fundamentalmente descriptiva, como no puede ser de otro modo: el gramático tiene que describir y explicar los elementos con que se construyen los mensajes (palabras) y las estructuras en las que se insertan. Ahora bien, al hilo de la descripción el gramático se encuentra con usos desviados, anómalos, agramaticales, raros, particulares? Tiene también la obligación de recogerlos y emitir su juicio. Esta Gramática no se fundamenta en una norma única, sino que es más comprensiva con otras normas cultas, que no coinciden necesariamente con el habla culta peninsular. El peso y la presencia de Hispanoamérica es muy, muy importante.

-Al tratarse de la primera Gramática de todo el español, ¿en qué textos se apoya?

-La Gramática se apoya en los corpus de referencia elaborados por la Real Academia Española. Dichos corpus están formados por una cantidad inmensa de textos tomados de todos los niveles del lenguaje: del hablado y del escrito, del español de España y del español de América, de la literatura y de la prensa? Estos corpus, que representan todos los niveles y variedades de lengua, constituyen una garantía de la representatividad básica en la que se fundamenta. Existen más citas de escritores hispanoamericanos que de escritores españoles.

-¿Cómo se ha hecho la Gramática?

-El proceso de realización de la Gramática, desde su encargo oficial hasta el presente, ha durado unos once años. Desde el principio ha habido un académico ponente, Ignacio Bosque, que ha sido el encargado de la redacción de todos los capítulos. Ha habido personas que hemos contribuido a la elaboración previa de algunos capítulos, pero a él le corresponde la redacción de todas y cada una de las páginas de los dos volúmenes. Una vez redactado el capítulo, se sometía a la consideración y a la observación de ocho asesores que leíamos minuciosamente el borrador, hacíamos críticas, sugerencias, proponíamos modificaciones, añadíamos ejemplos? Toda nueva información era «digerida» por un equipo de gramáticos de la Academia y el ponente la iba incorporando al texto. A continuación se enviaba a las academias americanas y filipina de la Lengua, que, a su vez, realizaban propuestas, matizaciones, críticas, información fidedigna sobre cuestiones particulares de sus países? Una vez estudiadas, se reunía durante una semana un representante de las distintas comisiones académicas y se aprobaba el texto definitivo.

-Y a continuación, entraba usted.

-Efectivamente. Con posterioridad a todo eso, una comisión de armonización, que me tocó en suerte presidir, trataba de detectar y solucionar posibles contradicciones, desacuerdos, etcétera, entre la Gramática y otras dos obras básicas de la RAE: el Diccionario de la Lengua Española y el Diccionario Panhispánico de la Lengua Española. Ha sido un largo e intenso proceso que en este último año se convirtió en un trabajo controlado al milímetro y que, para el ponente y su equipo, fue extenuante. El lector nunca podrá imaginar cuántas horas y cuántas dioptrías se han ido esfumando detrás de estas páginas.

-¿Podría citarme algunos ejemplos de uso y desuso que se recogen?

-Basta abrir cualquier página para advertir la exhaustividad y la profusión de variedades que se recogen. Entre tantos posibles ejemplos, sería imposible elegir. Abro una página al azar. Habla de los sufijos -ado, -ada referido a nombres de medida (puñado, cestada, baldado?). Se nos dice que en El Salvador, Honduras, Nicaragua y otros países centroamericanos se dice que el sufijo ha creado también guacalada («lo que cabe en un guacal»), matatada («lo que cabe en un matate»)? Al hablar de las preposiciones se describen muchos casos de diversidad de usos entre nuestras construcciones y las del español americano.

-¿Qué significa para el español dotarse de una nueva y completa Gramática?

-Es una gran obra que se halla a la altura de una gran lengua. El español necesitaba de una descripción exhaustiva, coordinada y explicada de sus usos. Será muy útil para todo usuario curioso y preocupado por el español, para todo profesor de nuestra lengua, tanto si la enseña a hablantes nativos como a personas que se acercan a ella desde otra lengua materna.