Oviedo, Pablo ÁLVAREZ

Si se puede recurrir a los orificios naturales del cuerpo humano, ¿para qué realizar incisiones innecesarias que, además, multiplican los riesgos de infección? Ésta es la filosofía que movió a un equipo de cirujanos del Hospital Central de Asturias a realizar una operación de intestino grueso extrayendo a través del ano la pieza de tejido, que incluía un pólipo maligno que amenazaba con convertirse en un tumor.

El citado equipo del servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo del Hospital Central llevó a cabo el pasado 29 de octubre una resección rectosigmoidea transanal asistida por laparoscopia. Dicho de otro modo, los cirujanos cortaron y extrajeron unos 20 centímetros de intestino grueso, con la particularidad de que para ello ni abrieron el abdomen de la paciente ni efectuaron la clásica incisión de seis u ocho centímetros de longitud. Optaron por recurrir al ano como vía de extracción del segmento de tejido, cuya anchura oscilaba entre seis y ocho centímetros.

Los autores de la intervención subrayan que este procedimiento quirúrgico sólo conocía un precedente a nivel mundial: el establecido por un equipo médico del departamento de Cirugía de la Mariaziekenhuis Noord-Limburg, de Bélgica, en colaboración con la Clínica Mayo (Estados Unidos), el Singapore General Hospital y el IRCAD/EITS de Estrasburgo (Francia).

Se trata, por consiguiente, de la segunda vez que se aplica en el mundo (y la primera en España) una técnica que, entre otras ventajas, reduce de forma muy significativa los riesgos de infección y acelera la recuperación del paciente. Con posterioridad a la intervención realizada en el Central, el Hospital Clínico de Barcelona anunció que sus cirujanos habían aplicado esta misma técnica el 9 de noviembre, y que cinco días más tarde la usuaria, de 76 años, había sido enviada a su domicilio. Aunque fue presentada como una operación pionera en el mundo, los cirujanos del Hospital Central precisan que el procedimiento había sido empleado antes, como mínimo, en las dos ocasiones reseñadas.

En la intervención del hospital asturiano, la enferma era una ovetense de 61 años que, tras cuatro días de posoperatorio, fue dada de alta. Desde entonces, ha evolucionado de forma muy favorable, según explicó a este periódico Juan José González, jefe del servicio de Cirugía General del Hospital Central de Asturias, quien subraya que este tipo de intervenciones, que utiliza los orificios naturales para la extracción de vísceras u órganos intrabdominales, «representan un paso más de mínima agresión en las intervenciones quirúrgicas de la cavidad abdominal».