Madrid, Efe

Un grupo de científicos, con participación española, ha descubierto que la eliminación o inhibición de una proteína llamada CDK2 evita que las células cancerosas sigan creciendo pero sin afectar a las sanas, lo que abre la puerta a la obtención de fármacos capaces de atacar sólo las células del tumor.

Ésta es una de las principales conclusiones de un estudio publicado en «Nature Cell Biology», liderado por el italiano Bruno Amati, y en el que participan, entre otros, Oscar Fernández-Capetillo y Matilde Murga, del Grupo de Inestabilidad Genómica, y Mariano Barbacid, todos ellos del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO). Según Fernández-Capetillo, uno de los objetivos del grupo de Amati consiste en entender cómo la alteración del gen «c-myc» es capaz de poner en marcha el proceso cancerígeno. Es en este contexto donde se ha constatado que los tumores iniciados por c-myc necesitan de la actividad de CDK2, una proteína reguladora de la proliferación celular.