Oviedo, P. Á.

«Hemos sido jubilados. Las formas han sido absolutamente demenciales, descorteses y carentes de la más mínima educación, sin el mínimo agradecimiento», explicó ayer José Luis Gómez Martínez, jefe de uno de los dos servicios de radiodiagnóstico del Hospital Central de Asturias, dos horas después de que se hiciera oficial su jubilación.

El doctor Gómez no entra a discutir la nueva normativa del Principado, que establece el retiro obligatorio a los 65 años, una edad que él cumplió el pasado mes de mayo. Reconoce que se trata de un asunto controvertido. Afirma que ya había anunciado que el próximo 1 de enero dejaría de trabajar. «Incluso me había despedido del gerente del Hospital». Por una razón fundamental: «No quería participar en el diseño del servicio de radiodiagnóstico del nuevo HUCA porque estoy en total desacuerdo con el desarrollo del mismo», señala. Sin embargo, la aplicación de la jubilación obligatoria le ha adelantado ligeramente los plazos.

«Las formas han sido indignantes. Sin ningún detalle. A profesionales que hemos entregado toda nuestra vida profesional al que siempre hemos considerado nuestro hospital se nos ha despedido con el motorista de Franco», apostilla.