Oviedo, Elena FDEZ.-PELLO

En el futuro Hospital Universitario de Asturias (HUCA) habrá un lugar para el arte. Es por eso por lo que, desde hace ya unos años, funcionarios del actual complejo sanitario, el del barrio del Cristo, en Oviedo, hacen inventario de las obras diseminadas por salas, despachos y pasillos, un patrimonio artístico heterogéneo, que reúne obra gráfica, murales, vidrieras, pintura al temple, óleos y esculturas de indiscutibles maestros, como Antonio Suárez, Navascués, Bernardo Sanjurjo, Vaquero Turcios, Vaquero Palacios o Úrculo, entre muchos otros. Y por si fuera poco, el Hospital ha acometido una nueva iniciativa para ampliar esos fondos.

El pasado 4 de diciembre se fallaba el I Concurso nacional de pintura «Hospital Universitario Central de Asturias», cuya organización corrió a cargo de la funcionaria y licenciada en Historia del Arte Amelia Cachero. El propósito de este certamen no es otro, explica, que «formar una colección destinada al nuevo Hospital». «Ya hay una colección importante en el antiguo Hospital General y algo también en la Residencia», especifica, aunque las limitaciones de espacio no permiten exhibirlos y apreciarlos como se merecen. Con el certamen de pintura convocado por el HUCA se pretende ampliar año a año estos fondos con la incorporación de las tres obras ganadoras, que este año han sido las del argentino Mauricio Óscar Vergara, el japonés Katsumi Tsue y el asturiano Pablo de Lillo.

Las expectativas de los convocantes fueron largamente sobrepasadas en esta primera edición, con 177 obras llegadas de distintos puntos de España. La crisis económica y el descenso de ventas en el sector del arte hacen más interesantes los concursos, sobre todo si los premios son de la entidad de los entregados en Oviedo: 6.000 euros para el ganador, 4.000 y 2.000 para los dos siguientes clasificados.

En esta edición, el ganador, el argentino Mauricio Óscar Vergara, de 38 años, es un asiduo a estas convocatorias. «Pinto mucho para concursos, en dos años he ganado diez», comenta. Por «Tal vez fue mía», título de la obra premiada, ha sido comparado con Edward Hooper. «Puede tener cierto aire pero no es un pintor que me guste especialmente. He estado viviendo en Estados Unidos y quizá haya algo de eso en el cuadro», explica. Vergara, que hace años estableció su residencia en Pamplona, es autodidacta y apenas ha expuesto su obra.

El ovetense Pablo de Lillo, que se alzó con el tercer premio con un dibujo, «Pabellón de invierno», que él mismo presenta como «una especie de arquitectura modernista de ladrillo rojo, con edificaciones herméticas». Se trata, dice, de «un comentario sobre la autosuficiencia de la arquitectura modernista y el ensimismamiento del arte». Vergara creó la obra ganadora expresamente para este concurso, De Lillo amplió un dibujo previo. Para él los concursos son «un mal necesario», cuyo fallo recomienda «no tomar muy a pecho».