Oviedo, E. F.-P. / M. S. M.

La venta de la píldora poscoital a las farmacias se ha multiplicado por cinco desde que el Gobierno autorizó a finales de septiembre su compra sin receta, según datos de Cofas, la cooperativa farmacéutica del Principado. Cofas matiza que no dispone de datos del número de píldoras dispensadas en los centros de planificación familiar.

En octubre, cuando hacía un mes que el Ministerio de Sanidad había permitido su comercialización sin receta médica, las ventas de la píldora «del día siguiente» se habían «cuadruplicado» en España, según el presidente de la Confederación Farmacéutica Española (Cofares), Carlos González Bosch, que calificó ese dato de «escandaloso».

La consultora del sector de salud IMS Health publicó otros datos, referidos a la primera semana de comercialización sin receta de la píldora, es decir, del 28 de septiembre al 4 de octubre. En ese período, según IMS Health, las ventas se habían duplicado respecto a los últimos siete días de dispensación bajo presentación de receta médica, pasando de 5.298 a 12.684 unidades.

Para algunos sectores, entre los que se encuentran autoridades sanitarias de diferentes comunidades, representantes de la Iglesia católica y partidos políticos como PP y CiU, el riesgo de la venta libre de la píldora es el abandono del uso del preservativo como método anticonceptivo habitual y protector de enfermedades de transmisión sexual.

En Asturias en el año 2008, cuando era imprescindible la receta médica para tener acceso a la píldora «del día siguiente», el medicamento se dispensó a 6.716 mujeres y, de ellas, 1.734 ya la habían utilizado antes como método de contracepción. En España el fármaco es utilizado cada año por más de 500.000 mujeres, que evitan así un embarazo no deseado, uno de los mayores problemas a los que se enfrenta la sociedad española, al que las autoridades sanitarias intentan poner freno.

En cifras los abortos que se realizan anualmente superan en España el número de 100.000. En 2007 fueron 112.000 las interrupciones de embarazo, de las que alrededor de 6.000 fueron practicadas a mujeres menores de 18 años, y 500, a chicas que aún no habían cumplido los 15. Frente a esta realidad, la liberalización de la píldora pretende ser una solución que ayude a recortar las cifras. La iniciativa viene siendo reclamada desde hace años por algunas sociedades médicas, pero no todos son de la misma opinión y, en otros casos, la medida se tilda de método «abortivo».

La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera la píldora «del día siguiente» como un medicamento «esencial». «Toda mujer en edad reproductiva podría necesitar, en algún momento, anticoncepción de emergencia para evitar un embarazo no deseado», argumenta. Toda mujer. Sin límite de edad. También las menores, un colectivo en el que el número de abortos no deja de aumentar.

La política de liberar la píldora puesta en marcha por el Gobierno español no es una excepción, forma parte de la lista de los 46 estados que suministran este medicamento sin prescripción médica. Países como Francia, el Reino Unido, Bélgica, Estados Unidos, India o Portugal figuran en ese listado. En todos se ha demostrado eficaz para prevenir embarazos no deseados.

Aun teniendo en cuenta su eficacia, es prudente recordar que la píldora debe ser utilizada como método de emergencia y no como anticonceptivo habitual. En una palabra, no es un sustituto de la anticoncepción regular. En caso necesario, la primera dosis debe tomarse en un plazo no superior a las 72 horas siguientes al coito no protegido. Este tratamiento tiene efectos secundarios como náuseas y vómitos. A veces puede causar dolor de cabeza, mareos u otras molestias.