Barcelona

Una disfonía de género, una alteración mental que los médicos ayer explicaron gráficamente como «cabeza de mujer en cuerpo de hombre» es lo que sufría desde muy temprana edad el (o la) adolescente catalán que la pasada semana fue sometido a una operación de cambio de sexo, avalada por informes médicos, psicológicos y jurídicos, y con el apoyo de su familia. No ha trascendido su nombre, pero sí su edad: 16 años. Es el primer menor que en España se somete a este tipo de intervención.

El juez dio el visto bueno para una intervención defendida ayer por el cirujano que la realizó, Iván Mañero, de la Barnaclinic, rama privada del Hospital Clínico de Barcelona. «No hay ninguna diferencia entre operarse a los 16 u operarse a los 18 años, siempre que el diagnóstico sea claro. Operarse lo antes posible comporta más beneficio», explicó el médico que lleva realizadas más de 500 operaciones de cambio de sexo (siete de cada diez pacientes son hombres que quieren ser mujeres).

La adolescente se encuentra en buen estado tras superar una intervención que duró dos horas y media y en la que se le «fabricó» una vagina a partir de la piel del pene, se le cortó la uretra para asemejarla al aparato urinario femenino, se eliminaron los testículos y con la piel del escroto se construyeron los labios mayores hasta conseguir, según dijo el cirujano Mañero, una vagina como la de cualquier mujer.

Los médicos aseguran que la menor deberá mantener, quizá para toda la vida, un tratamiento hormonal para prevenir problemas como la descalcificación, pero en circunstancias normales pronto podrá dejar atrás el tratamiento psicológico, que recibe desde hace más de tres años.

La operación fue costeada por la familia de la joven, ya que el sistema nacional de salud no asume aún este tipo de intervenciones quirúrgicas. La disfonía de género es en muchos casos un problema de nacimiento. «Ahora se diagnostica con un test psiquiátrico, pero quizás algún día baste con un análisis de sangre o mediante algún otro tipo de prueba», señaló el cirujano Mañero.

La Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGTB) pidió ayer que este tipo de intervenciones no requiera autorización judicial, mientras el PP, en boca de su portavoz Soraya Sáez de Santamaría, propuso «un marco general» que aclare la edad a la que se pueden tomar decisiones esenciales de la salud.