Oviedo, Agencias

El presidente de la Comisión de Salud de la Asamblea parlamentaria del Consejo de Europa, Wolfgang Wodarg, ha impulsado una iniciativa para abrir una investigación sobre la gestión de la crisis por la pandemia de gripe A y ha acusado a la Organización Mundial de la Salud (OMS) de actuar en connivencia con la industria farmacéutica para aumentar la venta de vacunas y tratamientos médicos. Esas imputaciones han obligado a la OMS a reaccionar anunciando una investigación, con un grupo de expertos independientes que analizarán si la actuación ante la gripe A ha sido la correcta.

Wodarg ha publicado en su página en internet que la OMS modificó la definición de pandemia al aparecer los primeros casos de la nueva gripe, algo que benefició a las farmacéuticas. El eurodiputado quiere saber el porqué de esa medida y hace notar que ésta es la segunda vez que la OMS lanza una alarma exagerada ante una epidemia: antes de la gripe A sucedió algo similar con la gripe aviar.

El promotor de la investigación en el seno del Consejo Europeo, médico epidemiólogo, ha escrito en su página web que «la OMS, en cooperación con algunas de las grandes compañías farmacéuticas y sus científicos, redefinieron el nivel pandémico y redujeron el umbral de alarma. Estos nuevos estándares obligaron a los políticos de la mayoría de los países a reaccionar inmediatamente y firmar acuerdos comerciales para adquirir vacunas contra la nueva gripe y gastar millones de dólares para responder al alarmante escenario que el "Big Pharma" (las farmacéuticas), los medios de comunicación y la OMS estaban propagando».

«Esperamos y damos la bienvenida a las críticas y a la oportunidad de discutirlas. En el futuro realizaremos una evaluación de nuestro trabajo con expertos externos para analizar nuestro manejo y respuesta al virus AH1N1», declaró una portavoz de la OMS, Fadela Chaib, sin precisar cuándo empezará la investigación. «La OMS ha manifestado de manera constante que el impacto de la pandemia de gripe era moderado», hacía constar ya el pasado mes de diciembre la Organización en su página en internet, donde también reconocía que las críticas eran «comprensibles, pero infundadas». Su directora, Margaret Chan, declaró poco después que no se arrepentía de las medidas tomadas.