Las Palmas, Efe

La profesora Esther Rodríguez, que recibió un puñetazo de una alumna (que como consecuencia ha sido condenada por un delito contra la autoridad), manifestó ayer su confianza en que esta sentencia sirva para que estudiantes y padres se piensen dos veces lo que pueden hacer.

En una rueda de prensa ofrecida en la capital grancanaria, la docente manifestó su satisfacción por el fallo y afirmó que tuvo que «buscarse la vida» -como le dijo la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias después de ser agredida, el 29 de octubre de 2008- y «llorar sola en casa», pues nadie la escuchaba, ni siquiera los sindicatos a los que acudió. Esther Rodríguez lamentó que desde la Consejería no quiera darse a conocer la realidad de los centros educativos, donde asegura que diariamente los profesores sufren «violencia verbal».

Acompañada por representantes del sindicato Interinos y Sustitutos de Canarias (Insucan) -el único que le ha prestado apoyo jurídico y psicológico-, la profesora refirió que después de ser agredida estuvo de baja laboral y que al regresar al centro -el Instituto de Secundaria de Teror- solicitó que, ante la gravedad de los hechos, se trasladara a la alumna a otro centro. Según la docente, la dirección rechazó esta decisión, pero dos meses después de la agresión se produjo el traslado. Rodríguez, que sigue tomando fármacos ansiolíticos, relató que en el centro no «hay palabras» para ella por parte de la dirección y que sólo tiene apoyo de parte de sus compañeros.