Oviedo, P. RUBIERA

El consorcio que gestiona el Museo de Grandas de Salime se reunió ayer, por primera vez en los últimos dos años, para decidir la destitución de su director, José Naveiras Escanlar, y nombrar como sucesor al historiador madrileño Francisco Cuesta Toribio. Cinco votos a favor -los socialistas y el representante de Cajastur- frente a tres, los de los representantes de Medio Rural (IU), Universidad y Asociación de Amigos del Museo. El Gobierno asturiano de coalición votó una vez más dividido. «No nos convencieron las explicaciones que nos dieron», declaró el director regional de Desarrollo Rural, Ángel Luis Álvarez, a través de una portavoz.

El que fuera artífice y responsable de la institución desde su creación, en el año 1984, que situó a Grandas en el mapa turístico y cultural y que deja un museo etnográfico considerado por los especialistas como uno de los mejores de España, con 20.000 visitantes anuales, fue informado ayer de su relevo. La consejera de Cultura, Mercedes Álvarez, que se reunía por primera vez con Naveiras, le responsabiliza de una «serie de problemas» que, según afirma, «están lastrando» el funcionamiento del museo, así como de incumplir «sistemáticamente» los requerimientos de información de organismos públicos.

En un comunicado difundido tras la reunión, Cultura le acusa, además, de no facilitar información «acerca de los contratos menores», de «no adaptar las cuentas a los modelos contables del Principado», de no inventariar los bienes culturales ni organizar un registro. Asimismo, le reprochan incumplimientos relacionados con «la gestión de los fondos y de no impulsar medidas para garantizar la correcta conservación de los bienes del museo».

En el transcurso de la reunión del consorcio, fue el alcalde de Grandas de Salime, el socialista Eustaquio Revilla, quien se pronunció en términos más duros contra José Naveiras y su gestión. Revilla, a quien Pepe el Ferreiro prohibió la entrada en el museo por culparle públicamente de frenar su desarrollo, utilizó palabras como «horizontal» y «plano» para definir el estado actual de la institución etnográfica, a la que el Ayuntamiento no concede ninguna ayuda económica. El museo, según se expuso, tiene un presupuesto para este año de 197.809 euros y un superávit en su cuenta de explotación de 400.000 euros. La Consejera, por su parte, sólo mostró una verdadera preocupación, la de conocer quién había filtrado la noticia de la reunión del consorcio a la prensa.

La última inversión que se hizo en el Museo de Grandas de Salime, según recordaba ayer Pepe el Ferreiro, se efectuó hace diez años. «El procedimiento que se ha seguido ha sido humillante. No se puede convocar una reunión del consorcio con todo decidido y con esa falta de detalle hacia el director, que debe enterarse por mí de que le van a destituir», declaró a LA NUEVA ESPAÑA el profesor Alfonso Fernández Canteli, representante de la Universidad. Fernández Canteli es una de las muchas personas que cedieron a Pepe el Ferreiro su colección de madreñas como depósito en el museo.

En sentido idéntico se manifestó Gonzalo Moris, presidente de la Asociación de Amigos del Museo de Grandas. «Todos conocemos a Pepe, todos sabemos que es anárquico con los papeles y que tiene estallidos de carácter, pero también sabemos que él sólo levantó el museo, que revitalizó el pueblo y la zona, que deja un magnífico museo y que su papel en la cultura del occidente asturiano es fundamental. Hoy es un día muy triste».