Oviedo, M. J. IGLESIAS

Lee Alexander McQueen (Londres, 1969), gran renovador de la moda europea de final del XX, apareció ayer muerto en su casa del West End londinense en un aparente suicidio, una semana más tarde del fallecimiento de su madre. Tenía 40 años.

La noticia ha golpeado a la flor y nata de la moda mundial. La modelo Kate Moss, la actriz Sarah Jessica Parker, los modistas Vivienne Westwodd y Matthew Williamson y hasta Anna Wintour, editora de «Vogue-USA», se unieron a las condolencias. Cientos de ellas llegaron a su página de Twiter y a la web oficial de la casa McQueen.

Wintour, inglesa de nacimiento, fue su madrina. No se perdía sus desfiles. El próximo estaba planeado dentro de unos días, en la Semana de la Moda de Londres. La modelo asturiana de Navelgas (Tineo) Bárbara García fue una de las pocas españolas que desfiló para McQueen. Corroboró ayer que el inglés que sacó el tartán a las pasarelas trataba a las modelos como princesas. Entre sus admiradoras asturianas están Elena Cue y Carmen Lomana. A su perfume lo llamó My Queen -se pronuncia casi igual que su apellido- (Mi Reina). Quería que cada una se sintiese una cuando lo llevase. Trabajó para Givenchy y Gucci.