Oviedo, E. G.

La presencia de escolares extranjeros obliga a un esfuerzo del sistema educativo. En Asturias funcionan seis aulas de inmersión lingüística (IES Alfonso II y Pando, en Oviedo; Calderón de la Barca, en Gijón; La Magdalena, en Avilés; Rey Pelayo, en Cangas de Onís, y Cuenca del Nalón, en La Felguera). El pasado curso casi 200 escolares se beneficiaron de este programa educativo en el que no sólo se aprende español a marchas forzadas, sino otras áreas de conocimiento. Los adolescentes permanecen en las aulas entre tres y seis meses, aunque compaginan presencia en sus centros escolares de origen.

Las aulas de inmersión lingüística en la Primaria tienen también su prolongación en la Secundaria. Cuando un colegio detecta un problema de déficit lingüístico avisa a la Administración, que envía profesorado adscrito en los IES. Es como una especie de servicio a la carta.

Hay, por otra parte, 42 aulas de acogida, con 74 tutores especializados en una enseñanza de adaptación curricular que el curso pasado afectó a más de quinientos alumnos.

No sólo estamos ante un problema de desconocimiento del idioma, sino a un bajo nivel de conocimiento general en relación con los niños españoles de su edad. La Administración ha editado una guía para familias extranjeras en varios idiomas.