«Reclamamos que los conciertos educativos desaparezcan, son fondos públicos para la privada»

Oviedo, Eduardo GARCÍA

-¿Habrá pacto por la Educación?

-Tenía más esperanzas de las que tengo. Me gusta cómo lo está haciendo el ministro Gabilondo, pero está sometido a muchas presiones. La pretensión del PP de poner al mismo nivel enseñanza pública y privada es un error mayúsculo.

Gumersindo Rodríguez (Pola de Siero, 1965) será hoy reelegido, casi con toda seguridad, como presidente del sindicato de la enseñanza ANPE-Asturias, uno de los cinco que forman la Junta de Personal Docente.

-¿Hasta dónde reforzar lo público?

-Hasta reclamar la desaparición de los conciertos educativos.

-¿Eso no llevaría al caos?

-La enseñanza pública puede asumir el alumnado de la concertada. Los conciertos educativos, tal y como los conocemos, no permiten la escolarización en condiciones de igualdad. Los colegios privados están en donde hay posibilidad de negocio, pero en Beleño seguro que no se ponen.

-Es un derecho de los padres.

-La escuela pública trata de formar ciudadanos y la enseñanza concertada se rige por criterios empresariales.

-¿La concertada no forma ciudadanos?

-Estoy seguro que también, pero se están detrayendo fondos públicos en beneficio de empresas privadas.

-Su sindicato apuesta firme por la ley de Autoridad del Profesor.

-Es imprescindible. El 15% del tiempo de clase se lo pasa el profesor poniendo orden. No puede ser, se está lesionando no ya los derechos del docente, sino los de miles de alumnos que quieren estudiar y no pueden porque hay gente en clase que no se lo permite. El curso pasado hemos tenido en Asturias doce casos graves de acoso y violencia verbal o física a profesores.

-¿Por qué cree que el Gobierno es tan tibio en este asunto?

-A lo mejor porque las primeras iniciativas de ley de Autoridad surgen en comunidades gobernadas por el PP. En clase, como en todos los aspectos de la vida, tiene que haber unas responsabilidades y un orden natural. Cuando vamos por la calle y vemos un Stop, nos paramos. Y de la misma forma, cuando un profesor pide silencio, un alumno no puede mandarle a la mierda.

-¿Lamenta su sindicato haber apoyado la ley de Evaluación Docente?

-En absoluto, entre otras cosas porque nuestro «sí» fue el resultado de una consulta a nuestros afiliados, y el 80% dijeron que adelante. En mi sindicato no hay obediencia debida a ninguna ideología. El acuerdo de la carrera profesional salva un vacío, protege el derecho al cobro de los profesores que ya lo estaban haciendo y permite la incorporación de nuevos aspirantes.