Secretario general de OTECAS, sindicato mayoritario en la enseñanza concertada

Oviedo, Eduardo GARCÍA

-Desde algún sindicato de la enseñanza pública se pide el fin de los conciertos educativos.

-Lo de ANPE ha sido un canto al sol. Los conciertos educativos son un derecho constitucional, consolidado por leyes orgánicas sucesivas. No se trata de una cuestión de voluntad, sino de legalidad. Y, por otra parte, es falso que la red pública asturiana esté en condiciones de asumir a la totalidad del alumnado.

-¿Es una polémica ideológica?

-Responde más a intereses corporativos. Acabar con los conciertos no es una propuesta realista. Cuando se habla de dinero público se habla del dinero de todos, salido de los impuestos de todos.

Juan Luis González es secretario general de OTECAS -sindicato mayoritario de la enseñanza concertada en Asturias- y profesor de Tecnología y Matemáticas en el Colegio Loyola, en excedencia por sus obligaciones sindicales.

-Dos huelgas en el año en la enseñanza concertada en Asturias. Han servido ¿para qué?

-Fueron un éxito, hemos demostrado que somos un colectivo capaz de movilizarse y hacerse oír. Por desgracia, el consejero de Educación nos convocó para decirnos que no hay nada. En lo que al acuerdo de plantillas se refiere, está claro que en la mente de Riopedre no está el aplicar ninguna mejora en esta legislatura. Pero seguiremos con las movilizaciones, queremos involucrar a los padres de alumnos y a los ciudadanos en general.

-¿El diálogo está roto?

-El Consejero no actúa en defensa del derecho de todos los ciudadanos. Nos sentimos engañados.

-¿Cuál es el punto de partida a partir del cual los sindicatos de la concertada acepten negociar?

-El presupuesto que manejaba Educación para negociar las plantillas era de 1,3 millones de euros. El acuerdo finalmente no se firmó y no por culpa nuestra. Pues bien, que Educación ponga ese dinero encima de la mesa en septiembre, con el nuevo curso, y que sirva de punto de inicio para lograr reducir una hora lectiva a la semana para todo el profesorado de la concertada.

-¿Las plantillas son insuficientes?

-No se produjo incremento de las plantillas de la concertada desde las transferencias en Educación hace diez años. Al contrario, porque se cerraron varios colegios. Desde 1985 unos veinte en Asturias.

-¿La enseñanza concertada no es negocio?

-Habrá colegios que saquen rendimiento económico, pero a ningún banco se le ocurriría invertir en la enseñanza concertada. Salvo excepciones, no parece que la mayoría de los colegios concertados tengan interés en incrementar líneas.

-¿Sobreviven los grandes y se mueren los pequeños centros?

-Buena parte de los colegios privados que han cerrado eran centros de una sola línea y ubicados en localidades pequeñas. El otro lado de la moneda lo tenemos en Oviedo y Gijón, donde todos los años hay un excedente de demanda para la concertada de más de 150 niños de 3 años por ciudad.

-¿Se atreve a comparar la calidad de la enseñanza en la red pública y en la privada concertada?

-La calidad del sistema es buena. No quiero decir que una es mejor que otra, pero con los resultados de la prueba PISA en la mano la concertada no queda precisamente malparada. Y con esos resultados no parece que esté justificada la diferencia de dotación presupuestaria. Un alumno en la red pública le cuesta al año a la Administración educativa unos 7.000 euros, y ese mismo alumno en la concertada le costaría algo más de 2.500. Si con 2.500 euros se hace negocio, como dicen, qué no se hace con 7.000.

-O sea, que la concertada interesa a las arcas regionales.

-Con lo que se ahorran con nosotros, en dos años pagan la incineradora. Algo así como 123 millones de euros.

-Reivindican menos carga lectiva para la concertada.

-Es que son 25 horas semanales, y sin descuento para las tutorías. La diferencia con la pública es muy grande, y en lo que respecta a Secundaria, sangrante.