Roma

El Papa Benedicto XVI ha aceptado la dimisión del obispo irlandés John Magee, que ha sido acusado de mala gestión por los casos de abuso sexual en su diócesis de Cloyne, sur de Irlanda, según anunció ayer el Vaticano a través de un comunicado.

La nota precisa que el motivo de la renuncia es el indicado en el punto 401.2 del Código de Derecho Canónico, en el que «se ruega encarecidamente al obispo diocesano que presente la renuncia de su oficio si por enfermedad u otra causa grave quedase disminuida su capacidad para desempeñarlo».

Magee, de 73 años, trabajó en el pasado en Roma como secretario personal de los pontífices Pablo VI, Juan Pablo I y Juan Pablo II. En 1987 fue nombrado obispo de Cloyne por Juan Pablo II.

Tras conocer que Benedicto XVI había aceptado su dimisión, Magee pidió «sinceramente perdón» a todas las personas que han sufrido abusos por parte de sacerdotes durante los años en que él era obispo de Cloyne.

«A todos aquellos a quienes he fallado de alguna manera o he hecho sufrir a causa de alguna omisión, les pido perdón» y «asumo toda la responsabilidad» de los errores cometidos en relación a este tema, añadió.

En realidad, Magee presentó su dimisión y se apartó del gobierno de la diócesis hace un año, como consecuencia de la publicación de un informe en el que se le acusaba de no haber adoptado las medidas necesarias contra al menos dos sacerdotes pedófilos. Desde que estalló el escándalo, ya han presentado su dimisión cinco obispos irlandeses.

Por otra parte, el diputado socialista asturiano Álvaro Cuesta criticó ayer las declaraciones del cardenal Antonio Cañizares sobre los casos de presuntos abusos sexuales a menores protagonizados por religiosos y dijo que «cualquier comprensión, cualquier componenda, por tibia que sea, es una licencia para violar».

Según el cardenal, las noticias en torno a los casos de presuntos abusos sexuales a menores protagonizados por religiosos de la Iglesia católica son «ataques» que pretenden que no se hable de Dios, sino de otras cosas».

Durante la intervención, Álvaro Cuesta aseguró que en este asunto «no valen hipocresías», ya que se trata de un bien jurídico que tiene una dimensión especial.