Oviedo,

A. MENÉNDEZ / P. ÁLVAREZ

El Gobierno asturiano no descarta recurrir a un plan B. Si las negociaciones con la constructora Sacyr se enconasen, el Principado baraja la posibilidad de contratar los servicios de otra empresa para rematar las obras del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). El Ejecutivo quiere, a toda costa, tener concluida la infraestructura a finales de este año. Las empresas reclaman más dinero y más tiempo. Y, mientras tanto, el Partido Popular se apresta a reactivar en la Junta General del Principado la comisión que analiza todo el proceso de construcción del HUCA.

La hipótesis de un cambio de empresa no parece estar totalmente madurada. Sin embargo, fuentes próximas al proyecto señalaron que el Principado se considera amparado por la legalidad si decide rescindir el contrato con las compañías que actualmente ejecutan los trabajos -Sacyr, San José y Sánchez y Lago- y opta por llamar a la unión temporal de empresas (UTE) que quedó clasificada en segundo lugar en el concurso convocado en 2004 y fallado a principios de 2005. Esta UTE estaba configurada por las empresas Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), Coprosa y Construcciones Alfredo Rodríguez.

Las discrepancias por un nuevo sobrecoste han tensado notablemente las relaciones entre el Gobierno regional y las constructoras. En realidad, las diferencias se centran en Sacyr, especialmente tras la reunión que su presidente, Luis del Rivero, mantuvo el pasado mes de febrero con el presidente del Principado, Vicente Álvarez Areces.

Según fuentes cercanas al proyecto, Del Rivero puso sobre la mesa nuevas exigencias económicas y temporales y amenazó incluso con paralizar los trabajos si no las veía satisfechas. Las mismas fuentes precisaron que en ese encuentro estuvieron también presentes Jacinto Rey, responsable de San José, y Alberto Lago (hijo), quienes mantuvieron una actitud más conciliadora.

Del Rivero reclamó a Areces el cumplimiento de supuestos compromisos sellados con anterioridad. El presidente de Sacyr mantiene muy buenas relaciones con el presidente del Gobierno central, José Luis Rodríguez Zapatero. Ayer mismo asistió a la presentación -a cargo de Zapatero- del plan extraordinario de infraestructuras, que movilizará una inversión de 17.000 millones de euros. «Me parece estupendo», afirmó el máximo responsable de Sacyr-Vallehermoso al final del acto.

No ha trascendido cuáles son las exigencias concretas de las empresas. En medios sanitarios se hablaba ayer de 40 millones de euros adicionales, que se sumarían a los 205,3 de la adjudicación y a los 54,5 del sobrecoste del primer modificado. Estas mismas fuentes hablan también de una demanda de ampliación de los plazos.

En este último punto, el Gobierno asturiano sí se muestra categórico. «Existe una determinación clara de concluir el HUCA a finales de 2010», enfatizó un portavoz de la empresa pública Gispasa, encargada de impulsar el proyecto. Este mismo portavoz negó que, «de momento», se estén estudiando alternativas «extremas» como sería un cambio de empresas.

Fue éste el único pronunciamiento público de las partes en conflicto que ayer pudo escucharse. El ruido de sables no ha aflorado a la superficie pese a su intensidad. Sacyr se negó a realizar valoraciones sobre la situación y la consejera portavoz del Gobierno regional, Ana Rosa Migoya, se remitió a lo que dijera Gispasa. Entre tanto, el Partido Popular anunció su intención de «reactivar cuanto antes» en la Junta General del Principado la comisión de seguimiento de la ejecución de las obras del HUCA.