Ginebra, Reuters

El asesor especial para gripe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Keiji Fukuda, reconoció ayer que hubo «mucha incertidumbre» sobre la pandemia a causa de los fallos de comunicación que cometió esta agencia y agregó que la «confusión» sobre la gravedad de la enfermedad se debió al sistema de seis niveles que usa la OMS para declarar una pandemia y que se refiere a la propagación geográfica del virus y no a su severidad.

«La realidad es que hubo mucha incertidumbre. Creo que no comunicamos bien en una situación de incertidumbre, que fue interpretada por muchos como un proceso poco transparente», admitió Fukuda ante la comisión de 29 expertos independientes que se reúne hasta mañana en Ginebra para revisar el manejo de esta pandemia. A juicio de Fukuda, «la confusión sobre las fases y el nivel de severidad permanece como un asunto muy desconcertante».

Reconoció el dirigente de la OMS que para la agencia supuso una gran sorpresa que sólo una dosis de vacuna fuese suficiente para proteger a una persona, cuando los gobiernos habían planificado su compra de vacunas bajo el supuesto de que se necesitaban dos dosis para cada paciente. Fukuda agregó que la gripe aviar, que ha causado la muerte de un 60 por ciento de las personas infectadas desde 2003, «generó un alto nivel de temor sobre la siguiente pandemia» y precisó que esta circunstancia generó dificultades para cumplir con las demandas de información de la gente mientras el virus A/H1N1 se expandía y los medios de comunicación generaban sus especulaciones y críticas.

Fukuda señaló también que la gripe A/H1N1, que surgió en México y Estados Unidos hace ahora un año, ha causado la muerte de 17.770 personas en 213 países, según los datos de la OMS, que declaró esta enfermedad pandémica en junio de 2009. La mayoría de las víctimas fueron jóvenes, con una media de 37 años de edad, frente a los 75 años de las personas que mueren tradicionalmente de gripe estacional.

El dirigente de la OMS apuntó que la pandemia aún esta vigente y que la OMS necesitará otro año, o tal vez dos, para determinar la tasa final de mortalidad de este virus.