Oviedo, P. Á.

Sabino Riestra (Langreo, 1961) es especialista en aparato digestivo del Hospital Central de Asturias y miembro de la unidad de enfermedades inflamatorias intestinales presentada anteayer. En la entrevista que sigue explica los objetivos de esta nueva área asistencial.

-¿Qué son las enfermedades inflamatorias intestinales?

-Esa expresión designa fundamentalmente dos procesos: la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa. Son procesos inflamatorios, que afectan al intestino (en el caso de la colitis ulcerosa sólo al colon) y que tienen un curso crónico. Luego hay un tercer proceso, que hoy se conoce como colitis pendientes de clasificar, que agrupa a pacientes que no cumplen todos los criterios diagnósticos de las dos enfermedades anteriores.

-¿Cuál es su origen?

-No se conoce. Pero sí se sabe que se producen por una interacción de factores genéticos (sobre todo en la enfermedad de Crohn) y ambientales, entre los que tienen un papel fundamental las bacterias intestinales.

-¿Aumenta o disminuye la incidencia?

-La enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa han ido aumentando en frecuencia en España y en el resto de los países desarrollados.

-¿En Asturias?

-Están diagnosticándose unos 230 pacientes cada año. Se estima que hay unos 6.000 pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal.

-¿Son muy numerosos los afectados que no saben que lo están?

-Lo que hay es cierto retraso en el diagnóstico en determinados casos. En la colitis ulcerosa no suele haber retrasos, dado que ante la presencia de diarrea con sangre en las heces todas las personas acuden al médico y, mediante una colonoscopia, es fácil y rápido llegar a un diagnóstico. Donde sí puede haber retrasos es en la enfermedad de Crohn, que puede afectar a cualquier parte del tubo digestivo con unas manifestaciones clínicas más variadas y menos llamativas.

-¿En su origen influyen más los factores genéticos o los ambientales?

-Se sabe que hay factores genéticos implicados en su desarrollo, pero que no son suficientes si no se dan ciertas condiciones ambientales no bien conocidas. En la enfermedad de Crohn es donde los genes parecen tener más importancia. Respecto a los factores ambientales hay algunos ya conocidos, como el tabaco, y también la existencia de gastroenteritis agudas infecciosas que, por mecanismos no bien conocidos, pueden desencadenar una enfermedad inflamatoria intestinal. Un aspecto llamativo es que son procesos que aumentan a la par que mejora el nivel de vida. Quizás cierto grado de «contaminación intestinal» permite desarrollar una respuesta inmune en el intestino que nos protegería.

-¿Cómo incide la alimentación?

-Durante los brotes de la enfermedad debe individualizarse la dieta según las necesidades y corregir las carencias vitamínicas y minerales que existan. No obstante, durante las fases de remisión, la dieta, en general, puede ser normal y ha de ser variada.

-¿Existen tratamientos efectivos? ¿Han mejorado en los últimos años?

-El principal avance en los últimos años viene de la aplicación de un tratamiento individualizado en cada paciente y del inicio precoz del tratamiento, para poder controlar la enfermedad a largo plazo.

-¿En qué situación se halla la cirugía?

-Aproximadamente el 50 por ciento de los pacientes con enfermedad de Crohn precisa cirugía en los diez años posteriores al diagnóstico. De ahí la importancia del desarrollo de técnicas quirúrgicas cada vez más seguras y menos agresivas.

-Una vez resuelto el problema de la úlcera, ¿cuáles son las enfermedades digestivas más relevantes?

-Sin lugar a duda, las enfermedades inflamatorias intestinales, los trastornos funcionales digestivos y la oncología digestiva son, hoy por hoy, las grandes áreas de desarrollo de nuestra especialidad.

-¿Principales desafíos para los especialistas en aparato digestivo?

-Teniendo en cuenta la complejidad de estos procesos, el gran reto es poder coordinarse con otras especialidades para poder ofrecer un tratamiento global al paciente. En este aspecto, las unidades de enfermedad inflamatoria intestinal como la del Hospital Central de Asturias han de ser un modelo de atención sanitaria que podría extrapolarse al manejo de otros procesos.