El timbre del teléfono, las conversaciones con los compañeros, el rumor del fax, el aire acondicionado o el teclado son algunos de los sonidos que están incluidos en un ránking elaborado por la empresa Oi2 para identificar a los ruidos "más molestos" en la oficina.

Todos estos ruidos pueden ocasionar estrés, falta de concentración o ausentismo, repercutiendo directamente en el rendimiento y productividad de los trabajadores y ocasionando, a largo plazo, otros problemas que afectan al sentido auditivo como pérdida de audición, zumbidos y pitidos de forma permanente y algunas dolencias cardíacas.

De hecho, el 73% de los españoles padecen estrés en el trabajo, según datos recientes de UGT, mientras que 3 millones de personas sufren algún tipo de problema auditivo, según datos que se desprenden del estudio realizado por Oi2.

En este sentido, hay que considerar que sólo en una oficina de 15 personas se alcanzan alrededor de 70 dB, ya que tan sólo el sonido del teléfono supera los 40 dB y el de una conversación, sin ser acalorada, genera unos 50 - 60 dB.

Según estima la 'Ley del Ruido', los espacios de trabajo no deben superar el umbral de los 85 dB de forma prolongada y en el caso de las oficinas los 45 dB. En caso contrario, estos sonidos podrían perjudicar gravemente el oído, produciendo pérdida auditiva e incluso sordera.

Los ruidos más molestos

Según el estudio, algunos de los ruidos más molestos para los trabajadores de una oficina son el timbre del teléfono, el fax y la impresora, las conversaciones con los compañeros, el rumor de la calefacción y aire acondicionado, el ventilador de los ordenadores o el 'murmullo' del teclado y el ratón.

Los sonidos producidos por las personas como grapar, empaquetar o caminar con tacones también resultan molestos así como deslizar sillas, mesas, papeleras y reposapiés o el uso de la fotocopiadora.

Para controlar y combatir los niveles excesivos de ruido en la oficina, Oi2 apunta a una normativa "más estricta" por parte de las administraciones e incluye soluciones como la utilización de "protectores auditivos".